Una de las cosas que más pueden sacarnos de nuestras casillas es que nuestro ordenador vaya lento. Con el uso, estos aparatos electrónicos van almacenando información y poco a poco se van ralentizando. Las causas de que un ordenador se mueva a pedales son múltiples, pero la mayoría de ellas están relacionadas con el software, lo que quiere decir que los problemas se pueden solucionar sin tener que comprar uno nuevo. Sigue estos consejos generales y seguro que notarás cómo mejora la velocidad de tu PC o portátil.
Una de las razones por las cuales un ordenador tarda demasiado en iniciarse es por culpa de todos los programas y aplicaciones que hemos ido instalando y que se abren automáticamente al encender el ordenador. Lo más probable es que no necesitemos que todas estas herramientas se ejecuten al iniciar sesión, así que conviene determinar cuáles queremos que lo hagan y cuáles no.
En Windows 10 podemos encontrar una lista de ellas al seleccionar “Ctrl + Alt + Supr” con el teclado y abriendo la pestaña de “Inicio”. Ahí veremos todos los programas que arrancan con el ordenador. Desactiva todos los que no quieras que sigan haciéndolo.
En Mac podrás hacer lo mismo yendo al “Panel de Preferencias” > “Usuarios”. Selecciona tu usuario y elige la opción “Inicio”.
Los problemas de rendimiento también suelen venir del malware que se cuela en el ordenador. Así, es importante mantener el antivirus actualizado, pero en el momento en el que se noten los errores o las bajadas de rendimiento hay que pedir al antivirus que haga una búsqueda a fondo de software malicioso. Permanecerá largo rato haciéndola, pero es necesario.
Por defecto, Windows 10 cuenta con su propio antivirus preinstalado, Windows Defender. Sin embargo, son muchos los usuarios que prefieren recurrir a otras herramientas de seguridad para su equipo. En este punto, y a la hora de elegir, hay que tener en cuenta que muchos antivirus son los responsables de que el ordenador se vuelva más ‘perezoso’ debido a la cantidad de recursos que emplean y a la necesidad de estar siempre ejecutándose en segundo plano.
Los drivers o controladores de dispositivo son programas que actúan de ‘enlace’ entre el sistema operativo instalado y el hardware y periféricos que forman el ordenador o que están conectados a él, como la tarjeta gráfica, la de sonido, la placa base, las impresoras o los escáneres. De esta manera, se encargan de que el sistema sepa qué componentes están instalados, los reconozca y todo funcione de forma adecuada.
Actualizar los controladores de dispositivo permite que el rendimiento del equipo sea mayor y cuente con más estabilidad, ya que hace que la compatibilidad entre el hardware y el sistema operativo sea la idónea. Si hay algún tipo de error de seguridad o de programación, los drivers actualizados solventan en muchos casos los fallos.
Además, tan importante como lo anterior es asegurarse de tener las últimas actualizaciones del sistema operativo instaladas en el ordenador.
El disco duro de cualquier ordenador termina por ralentizar el sistema a medida que se llena de programas. Desinstalar los que ya no necesitas te ayudará a liberar espacio y darle más capacidad a tu ordenador para que funcione mejor. Lo mismo ocurre con los archivos caché y temporales.
Para eliminarlos en Windows, selecciona el botón “Inicio”, luego “Configuración” > “Sistema” > “Almacenamiento” y ahí dentro elige “Liberar espacio ahora”.
En macOS es una tarea más manual: abre el Finder y ve a la carpeta principal, luego a "Sistema” > “Librería” > “Cachés” y elimina todo lo que veas allí. Luego dirígete a la carpeta de tu usuario > “Librería” > “Cachés” y repite la operación.
También podemos deshacernos de vídeos, imágenes y documentos guardados que ya no nos sean útiles o no necesitemos tener almacenados. Si no es así, otra opción podría ser traspasarlos a un disco duro externo o subirlos a la nube para de esta forma liberar espacio en nuestro dispositivo.
Si consideras que estos y otros consejos no son suficientes, quizás deberías plantearte cambiar el hardware de tu ordenador para incrementar su rendimiento. Algunas variaciones en él pueden ayudar a mejorar el funcionamiento de tu ordenador o portátil como, por ejemplo, ampliar la memoria RAM, comprar un disco duro sólido o SDD o reemplazar la batería del portátil.
Analiza qué tipo de componente necesitas y elige aquellos que sean compatibles con tu equipo. En cualquier caso, y si tienes dudas, no compres nada por tu cuenta y consulta con un profesional.
Por Patricia M. Liceras
Imagen | NordWood Themes (Unsplash)