Durante años, las cookies de terceros han sido tema de debate y controversia. Si bien Safari, Firefox, Brave u Opera bloquean de forma predeterminada las cookies de terceros como medida de seguridad y protección, Chrome no participaba en esta actividad. Hasta ahora.
Según una de sus últimas entradas en el blog oficial de Chromium, Google seguirá adelante con la decisión tomada el pasado agosto e irá eliminando poco a poco estas cookies que recopilan nuestros datos de navegación. ¿Y qué supone para nosotros, los usuarios finales? Vamos a verlo.
Antes de nada, un recordatorio breve sobre qué son las cookies de terceros. Estas galletitas son archivos que contienen información. Cada página web que visitamos guarda un fragmento de información sobre nosotros: qué navegador usamos, sistema operativo, versión de cada dispositivo, etc.
Mediante la recopilación de estos datos, las webs pueden mantener abierta nuestra sesión y recordar nuestras preferencias. Estas son las llamadas cookies de origen, fundamentales para agilizar nuestro ritmo usando internet: ¿para qué loguearse cada vez que entremos en Twitter, por ejemplo?
¿Y las cookies de terceros? Son aquellas que modifican parte del contenido que vemos en cada web que visitamos, ya que sirven para diseñar el tipo de experiencia que tendremos en cada web. Y, cuando decimos contenido, nos referimos a la publicidad: anuncios, imágenes, links a vídeos de producto, etcétera. En suma, las cookies ayudan a segmentar la publicidad y a estructurar distintas tipologías de usuarios.
Volviendo al hilo inicial, este es un paso extraño para una compañía que fundamenta buena parte de su operatividad en la publicidad. Tampoco olvidemos que Chrome cuenta actualmente con una cuota de pantalla del 65% en escritorio (PC y Mac). Un estatus poderoso. Google gana mucho dinero recopilando información para vender a los anunciantes, ¿va a dejar de hacerlo? En absoluto.
La eliminación de cookies de terceros a partir de 2021 traerá consigo métodos alternativos, nuevas herramientas de rastreo y validación de datos. El nuevo estándar se denomina Privacy Sandbox, el cual, según palabras de la propia Google, protege a los usuarios al no basarse en una huella digital, protegiendo el anonimato. Los anunciantes podrían seguir mostrando anuncios relevantes basándose en el comportamiento de los usuarios en internet.
Estas fueron las declaraciones de Justin Schuh, director de ingeniería de Chrome: “La intención de Google es hacer esto durante los próximos dos años. Esta es nuestra estrategia para rediseñar los estándares de la web, para hacerla privada de forma predeterminada”.
Aunque parece un proyecto a largo plazo, a partir de febrero Google ya comenzó a implementar cambios, como las limitaciones en seguimiento cruzado, permitiendo cookies solo en sites con conexión HTTPS, un estándar mucho más seguro que el viejo HTTP.
Todo comenzó con la devaluación de impresiones, lo que afectó a las empresas de publicidad. Otro movimiento más reciente parte del Coalition for Better Ads, el consorcio encargado de velar por la mejor experiencia de navegación.
Según este otro anuncio, dentro de los próximos cinco meses, YouTube contará con su propio adBlocker de anuncios y prohibirá los anuncios durante las reproducciones de todo tipo de vídeos, lo que reducirá drásticamente los anuncios en vídeos de menos de ocho minutos y revisará la tipología de anuncios en vídeos más largos.
A efectos prácticos, estas reducciones de publicidad son siempre un beneficio para el usuario. Entre ventanas emergentes, invasivos mensajes de aceptación de cookies y banners con publicidad que redirigen a comercios virtuales o directamente a pasarelas de compra —como es el caso de Aliexpress—, usar internet de forma cómoda se ha vuelto una tarea titánica. Este nuevo protocolo de protección de datos apunta hacia la dirección contraria.
Y en caso de buscar un poco de limpieza, tampoco olvidemos que siempre podemos borrar las cookies, lo que probablemente eliminará las preferencias de cada site y tendremos que volver a iniciar sesión.
Desde Chrome simplemente tenemos que ir a los tres puntitos verticales de la esquina superior derecha, bajar con el cursor hasta “Configuración” y, en la parte inferior, pulsar sobre “Avanzada”. Esto desplegará nuevas opciones y, dentro de "Privacidad y seguridad" tendremos que hacer clic en “Configuración del sitio”. Una vez aquí tendremos que ir a “Cookies” > “Ver todas las cookies” y “Quitar todos”. Cuando confirmemos este paso, ya habremos borrado todas las cookies guardadas.
Por Israel Fernández