Los días en familia durante el confinamiento pueden ser una buena oportunidad para ver cine con valores. En este post hemos seleccionado cinco películas que aportan lecciones interesantes para mayores y adolescentes. Y, además, cuentan con potentes guiones, buenas interpretaciones e impecables facturas técnicas.
‘Matar a un ruiseñor’ (1962)
‘Matar a un ruiseñor’ está inspirada en una novela del mismo título que desde hace décadas es lectura obligatoria en los colegios de Estados Unidos. Fue escrita por la autora Harper Lee y recibió el premio Pulitzer, por lo que pasó a convertirse en un clásico de las letras americanas. Si los más jóvenes consiguen vencer sus recelos al blanco y negro, se sumergirán en una trama poderosa y de valores incuestionables.
En ella Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado injustamente de haber violado a una mujer blanca. Esta valiente defensa valiente le enemista con los vecinos, pero también le hace ganar el respeto y la admiración de sus dos hijos pequeños. La película es un alegato contra el racismo y los prejuicios, y una defensa de la integridad moral y la tolerancia. También refleja la visión que tienen los niños de la vida adulta y sus problemas. Una maravilla.
‘El indomable Will Hunting’ (1997)
El guion original de esta película lo firman sus dos protagonistas, Matt Damon y Ben Affleck, dos actores que con el paso de los años se han convertido en estrellas de Hollywood. Damon interpreta a Will, un chaval de inteligencia asombrosa, sobre todo para las matemáticas, y que trabaja en el prestigioso MIT, pero como limpiador. Un profesor de este centro descubre sus posibilidades y le plantea entrar en alguna universidad o en un puesto bien pagado en una gran empresa.
Y ahí surge el dilema de Will: seguir con su vida de siempre en un barrio marginal o dar el salto y sacar partido a todo su potencial. Para decidirse, recurrirá a un solitario profesor muy bien interpretado por Robin Williams, que obtuvo un Óscar por ese trabajo. La película es una maravilla y cuenta el doloroso viaje interior que tiene que hacer un chico para sacar a la luz todos sus demonios.
‘Cadena de favores’ (2000)
Es una de las películas que suelen poner en los institutos. La idea de partida es muy original y los actores hacen muy bien su trabajo, aunque quizá en algunos momentos abusa del sentimentalismo. Eugene Simonet (interpretado por Kevin Spacey) es un profesor de física concienciado con las labores sociales. Reta a sus alumnos a encontrar una solución para mejorar el mundo. Uno de sus estudiantes es Trevor (Haley Joel Osment, el famoso niño de ‘Inteligencia artificial’), muy inteligente y sensible y que vive con una madre alcohólica (Helen Hunt). Decide tomarse a pecho la tarea.
El resultado es un sistema pensado para hacer feliz a todo el mundo. Cada uno debe hacer un favor a tres personas con la condición de que estas, a su vez, ayuden a otras tres, y así sucesivamente. La vida de Trevor cambiará para siempre a partir de entonces y su invención llegará a todos los rincones del país, sorprendiendo a los propios protagonistas.
‘Los chicos del coro’ (2004)
‘Los chicos del coro’ fue un éxito rotundo en Francia. Atrajo a personas de todas las edades porque contaba con pasión y ternura una historia de injusticia y represión infantil.
La película nos traslada a finales de los años cuarenta, justo después de la Segunda Guerra Mundial. Clément Mathieu es un profesor de música desempleado que acepta un puesto como maestro vigilante en un internado de reeducación de menores. El sistema represivo aplicado por el director del centro disgusta a Mathieu, que transformará la vida de los niños a través de la música y del canto. La combinación de voces angelicales y vidas desafortunadas es un cóctel perfecto para transmitir buenos sentimientos. ‘Los chicos del coro' nos enseña que en los momentos más desesperados todavía hay margen para la esperanza. En el recuerdo de todos también queda una banda sonora, que fue muy escuchada en su momento.
‘Campeones’ (2018)
‘Campeones’, dirigida por Javier Fesser, fue todo un éxito de taquilla hace unos años. Y con razón. Contaba de una forma muy divertida una historia de valores compartidos y con chorros de empatía.
Cuenta la peripecia de un entrenador de baloncesto de vida algo díscola, interpretado por Javier Gutiérrez, que es despedido del equipo profesional que prepara. Para redimirse, le toca sacar adelante una plantilla muy diferente, la de un centro de personas con discapacidades mentales, cuyos integrantes casi no saben lo que es una canasta. ‘Campeones’ podía haber caído en el sentimentalismo, pero no lo hace. Y sus mensajes son unos cuantos. La película nos habla de que todos tenemos capacidades diferentes y todos podemos aprender de los demás. Y también nos enseña que el resultado es lo que menos importa si disfrutamos de lo que hacemos.
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Juan I. Cabrera
