En este post te vamos a explicar los cambios en la política de privacidad anunciados por WhatsApp a principios de año y cómo te afectan. Es una información interesante para saber qué pretende hacer la herramienta de mensajería, que es de largo la más popular, con tus datos.
Lo primero que vamos a hacer, de todas formas, es remontarnos a 2014. Ese año, Facebook sorprendía todo el mundo con la adquisición de WhatsApp, una compañía con apenas 55 empleados en nómina, pero con una colosal base de 450 millones de usuarios en todo el mundo. Facebook pagó la friolera de 16.000 millones de dólares.
Pues bien, los cambios de seguridad que ha anunciado a principios de año WhatsApp son otro paso en la dirección de que los datos de sus usuarios sean aprovechados por el resto de servicios de Facebook. Hay que decir que para los usuarios de WhatsApp es un cambio obligatorio. No hay manera de decir que no los aceptamos y seguir usando la aplicación.
La buena noticia es que si somos usuarios de la Unión Europea, estos cambios no nos afectarán. Y ¿por qué? Pues porque la normativa general de protección de datos que rige en Europa, el famoso GDPR, que entró en vigor en 2018, impide que WhatsApp comparta sus datos de usuario con Facebook, a pesar de ser empresas que están bajo la misma matriz.
Por eso, si estás en España o en países como Italia, Alemania o Francia, cualquier polémica de este tipo no te afecta. Aunque aceptes en algún momento la nueva política de privacidad de WhatsApp, Facebook no podrá compartir esa información con sus otros servicios.
Objetivo: campañas publicitarias más efectivas
A nivel mundial lo que pretende Facebook con este movimiento es conseguir un perfil más completo de sus usuarios a base de añadir la información que dejan en todos y cada uno de sus servicios, incluido WhatsApp, una app que además usamos a todas horas. De esta forma, la red social podrá ofrecer a sus anunciantes campañas publicitarias más efectivas, y a los usuarios también podrá darles una publicidad más ajustada a sus intereses.
Hay que aclarar que, incluso en Europa, WhatsApp sí comparte con Facebook cierta información básica, como el número de teléfono y datos del dispositivo como el sistema operativo y la versión instalada, entre otros. Facebook dice que lo hace para asegurar sus servicios, sobre todo cuando un usuario está dado de alta en varios de ellos. La red social también explica que de esta manera evita el trasiego de contenidos ilegales en sus aplicaciones.
Desde 2016 Facebook empezó a compartir los datos de WhatsApp con sus otros servicios, aunque Mark Zuckerberg se comprometió dos años antes, en el momento de la compra de la compañía de mensajería, a mantener su política de privacidad y a no compartir con terceros datos relativos a ubicación o teléfono. Lo hacía para despejar las dudas de organismos antimonopolio como la Comisión Federal del Comercio (FTC) estadounidense.
En Europa, la red social se ha encontrado con el hueso del GDPR, que ahora salva a los ciudadanos del continente de ver sus datos de mensajería explotados con fines comerciales. De hecho, un detalle que muestra que Facebook distingue entre Europa y el resto del mundo es que WhatsApp opera a este lado del Atlántico a través de una filial radicada en Irlanda, y no desde la compañía matriz en California.
La información del chat siempre queda protegida
Un tema que conviene dejar claro es que Facebook en ningún caso ni en ningún país tiene acceso a lo que escribimos en su chat, pues se trata de una comunicación con cifrado de extremo a extremo.
Por último, conviene decir que WhatsApp ha retrasado hasta el 15 de mayo las nuevas condiciones de uso y la actualización de la política de privacidad. En un principio la compañía había anunciado que sería el 8 de febrero la fecha de lanzamiento de las mismas. Es previsible, por lo tanto, que la polémica continúe.
Por Juan I. Cabrera
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