Todos hemos experimentado alguna vez que una pantalla con un alto nivel de brillo puede incomodar la visión. En especial, cuando nos acabamos de levantar o encendemos el teléfono por la noche.
Millones de píxeles nos atacan con unos poderes luminosos que contrastan con la oscuridad. Por esta razón, han ido apareciendo modos especiales de visión para aplicaciones y sistemas operativos.
Algo que comenzó siendo una funcionalidad relacionada con la noche ha ido ganando sentido en cualquier hora del día, ya que los beneficios son múltiples.
Aunque sus parámetros de funcionamiento se solapan, son modos diferentes, y como tal tenemos que tratarlos.
En resumen, el primer modo juega con los parámetros técnicos de la pantalla, como la temperatura de color e intensidad de brillo. El segundo apuesta por un cambio de blanco a negro.
El modo oscuro está presente en todo tipo de entornos. Además, gran parte de los usuarios lo utiliza sin importar la hora del día. Comenzó en aplicaciones como WhatsApp y Facebook y en páginas webs como YouTube y Netflix, para pasar a ser imprescindible dentro del sistema operativo.
En iPhone está disponible desde iOS 13 y en Android se estrenó en la versión 10. En ambos se hace un cambio completo de la interfaz para aprovechar las diferentes ventajas de este modo. La tendencia es que las aplicaciones de terceros se adapten de manera automática al modo.
1. El primer beneficio es el menor consumo de batería, aunque solo se da si se cuenta con una pantalla OLED. Por fortuna, cada vez son más los teléfonos que usan este tipo de panel, que no necesita energía para dibujar el color negro. Google demostró esta capacidad, asegurando que una interfaz oscura consumía un 60 % menos con una pantalla al 100 % de brillo.
2. Otro aspecto positivo tiene que ver con nuestra comodidad visual. Las pantallas con el modo oscuro activado emiten un nivel de luz azul más bajo. Lo que repercute en una fatiga ocular inferior y facilita la conciliación del sueño.
3. Debemos de tener en cuenta que con un color blanco dominante, el iris se contrae para que haya menos incidencia de la luz. Se traduce en un mayor esfuerzo ocular. Con los colores oscuros se produce un efecto contrario: permite que los ojos se adapten mejor al entorno y evita el contraste entre la iluminación de la pantalla y la habitación.
Al margen de estética, no existen puntos flacos importantes en el modo oscuro. Es posible encontrar algún informe que considera como desventaja el hecho de que las personas están acostumbradas a ver texto oscuro sobre fondo claro.
Argumentan que no resulta natural y podría perjudicar nuestra comprensión lectora, que incluso se acentúa si el tamaño de letra es pequeño.
Por Kote Puerto
Imágenes | Daniel Korpai | Samsung