El confinamiento y las restricciones al movimiento causadas por la COVID-19 han tenido un gran impacto en la sociedad y sus costumbres. En este sentido, en 2020 la compra de ropa en tiendas digitales se ha doblado, en gran parte debido a la imposibilidad de desplazarse hasta la tienda física y las restricciones impuestas para garantizar la seguridad de los clientes.
Aunque las compras por internet son algo habitual desde hace mucho tiempo, la ropa es un producto que las personas prefieren comprar físicamente, ya que en las tiendas pueden probarse las prendas para comprobar las tallas así como ver de primera mano la calidad de los tejidos y de los acabados.
Sin embargo, con los nuevos rebrotes y restricciones, sigue siendo complicado ir hasta una tienda física, por lo que en este artículo compartimos contigo algunos consejos y secretos para comprar ropa en Internet y no fallar.
Una de las mayores ventajas de comprar por internet es que dispones de muchas opiniones y valoraciones de otros usuarios que han comprado el producto. Las tiendas digitales y plataformas ofrecen un espacio para este tipo de comentarios, así como sistemas de puntuación. Fíjate bien en lo que opinan los demás sobre la calidad del tejido, los colores, el tallaje y cómo queda la prenda una vez puesta.
En caso de que la tienda que has elegido no disponga de este espacio, puedes buscar comentarios sobre esa prenda en internet. En este sentido, Instagram y Pinterest, dos redes sociales visuales, suelen contar con mucho contenido orientado a la moda, por lo que seguro que encontrarás cuentas que compartan imágenes sobre la prenda que te gusta.
Las tallas son una de las principales dudas a las que se enfrentan los compradores online. El hecho de que no te puedas probar la ropa hace que resulte difícil decidir si comprar el producto o no. Casi siempre lo mejor es fijarse en los comentarios de los usuarios que han comprado antes esa pieza. En muchos casos, encontrarás información sobre si las tallas son más grandes o más pequeñas de lo habitual.
Por otra parte, también puedes fijarte en los modelos que aparecen en las fotografías. Si el cuerpo se asemeja al tuyo, te podrás hacer una idea de cómo te quedará la prenda. En este sentido, algunas páginas web indican el peso y la altura de los modelos para que te hagas una idea más cercana de cómo te puede quedar.
Por último, las tiendas online disponen de tablas de tallas que te servirán de guía para medirte y escoger la más adecuada. A la hora de medir, recuerda que vale el viejo dicho del carpintero: “medir dos veces, cortar una”. En este caso, mide dos veces y sin prisa, para no tener que devolver la prenda.
Hoy en día, con servicios como los de Amazon Prime, parece que pagar gastos de envío es algo del siglo pasado. Sin embargo, si compras tu ropa en tiendas digitales de pequeños o medianos negocios, es muy posible que todavía te cobren por el envío. En este sentido, en la mayoría de los casos los gastos se reducen o desaparecen del todo si realizas pedidos grandes. Sin embargo, los pedidos pequeños pueden llegar a resultar muy caros.
Para evitar el pago de estos gastos o para rebajarlos al máximo, muchas veces lo mejor es comprar ropa online con otra persona. De esta forma compartes los gastos y si el pedido alcanza cierto importe, puede que te salga gratis.
Finalmente, tienes que fijarte muy bien en que la tienda acepta devoluciones online y cuáles son las condiciones de las mismas. En algunos casos no se devuelve el dinero, sino que se cambia la prenda por otra del mismo importe. En otros, el importe del envío correrá de tu cuenta, por lo que no te resultará nada rentable.
Además, debes fijarte en los tiempos para poder devolver un producto. En las grandes firmas de moda el tiempo de devolución suele ser de un mes, pero no te fíes y revisa bien toda la información, pues podría ser menor.
Por otra parte, como en una compra física, no tires el recibo o la factura, ni el envoltorio en el que te enviaron la prenda y tampoco le quites la etiqueta hasta que estés bien segura de que te va bien.
Por Jaume Vicent
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