Es verdad que las baterías de los smartphones actuales han mejorado mucho pero también lo es que cada vez se les exige más. Y sin duda, si hay un enemigo público número uno de la batería de un móvil ése es el calor excesivo.
Por eso en verano, o en ambientes donde haga mucho calor, hay que tener especial cuidado para evitar sobrecalentamientos que podrían provocar que la batería se degrade y se acorte su vida útil.
Vamos a ver cómo podemos evitar que el calor sea un problema para nuestro teléfono inteligente y cómo actuar en caso de que notemos que está demasiado caliente.
Ya decimos que el calor es el gran enemigo de las baterías, y lo es sobre todo por el componente principal que se usa de forma generalizada en las baterías actuales: el litio.
Las baterías de iones de litio tienen evidentes ventajas, pero también ciertos problemas. Son pequeñas y ligeras (porque el litio permite un mayor almacenamiento de energía en menor espacio), se cargan rápido y no tienen efectos para nuestra salud como las baterías de cadmio.
Por contra, son más sensibles al calor, altamente inflamables y sus ciclos de carga son limitados ya que se degradan. Por tanto, son muy eficientes pero también muy sensibles a las altas temperaturas.
Por eso idealmente deben trabajar a temperaturas de entre 0 y 40 grados (el frío tampoco les sienta bien), y si superan los 50º comienzan a tener problemas. Así, en verano, cuando el calor aprieta, tenemos que tener especial cuidado con ellas y tomar una serie de precauciones para evitar una temperatura excesiva.
Si se calienta demasiado, podremos ver cómo el smartphone empieza a actuar de forma errática (puede reducirse el brillo de la pantalla, producirse retrasos y/o tirones…) y, en casos extremos, llegar a incendiarse. Veamos cómo evitarlo:
Ya sea porque es verano o porque haga un calor excesivo, aquí van una serie de consejos para proteger nuestros smartphones de las altas temperaturas.
No debería hacer falta decirlo porque es evidente que, sobre todo en verano, la luz directa del astro Rey puede hacer que el teléfono se sobrecaliente rápidamente. Sobre todo si lo estamos utilizando, pero también si lo dejamos en algún lugar donde le dé el Sol.
Es decir, ten cuidado de que el móvil siempre esté a la sombra, y por supuesto tampoco lo dejes en algún entorno que pueda calentarse especialmente (como puede ser un coche bajo el sol del verano).
Para evitar que el móvil se caliente en exceso si estás en la playa o la piscina, aparte de ponerte a la sombra es importante que consideres la posibilidad de tomar alguna medida que reduzca su consumo de energía.
Por ejemplo bajando el brillo de la pantalla, que es uno de los aspectos del teléfono que más batería consume y que, al estar en un entorno muy iluminado, probablemente esté en un nivel alto.
Por otro lado, para cuidar la batería y que no se sobrecaliente también puedes reducir el tiempo de bloqueo de la pantalla (para evitar que esté encendida más de lo necesario), darle descansos para que se atempere o desactivar las apps en segundo plano.
Pero sobre todo es importante no hacer un uso muy exigente del terminal (es decir, evitar jugar con él u otras tareas que requieran de una alta capacidad de procesamiento) y darle los descansos necesarios para que la temperatura baje.
Si aparece la alerta por sobrecalentamiento de tu móvil —además de apartarlo del sol, claro— puedes tomar una serie de medidas empezando por la más importante: dejar de usarlo.
Es más, si es posible apágalo completamente; de esta manera dejarás que el terminal se recupere y vuelva a una temperatura normal más rápidamente.
Además, podemos tomar medidas adicionales para que el móvil se enfríe como quitarle la funda (si es el caso) o ponerlo en una corriente de aire fresco, como la de un ventilador o un aire acondicionado. Pero, ojo, ni se te ocurra meterlo en un frigorífico, y mucho menos en un congelador.
Realizar una carga adecuada es una medida importante para sacar el máximo rendimiento de nuestra batería, pero cuando las temperaturas suben se hace aún más importante seguir las normas aconsejables.
Por ejemplo la que recomienda ponerlo a cargar antes de que se agote al máximo (entre el 15% y el 30% de nivel restante) y no hacerlo por encima del 80%.
También, y muy importante durante el verano, no ponerlo a cargar si el móvil está muy caliente y la temperatura ambiental es muy alta (mejor esperar a que se enfríe un poco).
Por supuesto, nada de usar móvil mientras se carga. Uno de esos mitos sobre las baterías de los teléfonos que resulta ser cierta; Sobre todo en este caso, cuando hace mucho calor, escenario donde es especialmente importante cumplirlo para evitar sobrecalentamientos.
Pero además de no utilizarlo mientras está cargando, también es recomendable no dejar el móvil enchufado a la corriente toda la noche y tener cuidado donde lo dejamos cargando.
Así, debemos evitar lugares donde haya materiales que pudieran llegar a arder por el calor que se genera en el proceso, y eligiendo superficies “frías” como puede ser una mesa de cristal.
Finalmente, es interesante saber que si cuidamos la batería del móvil durante todo el año conseguiremos que esté en las mejores condiciones posibles y, con ello, que se vea menos afectada por los problemas del calor.
Por Óscar Condés
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