Ninguno somos ajenos a la tecnología; tampoco nuestros mayores. El problema viene cuando las personas de más edad desean incorporar esa tecnología a sus vidas y se ven sobrepasadas.
Los teléfonos móviles son un buen ejemplo de ello, ya que avanzan tan rápido que la mayor parte de los mayores se ven incapaces de manejarlos, bien por falta de destreza o por las dificultades asociadas a la edad, como la pérdida de visión o de capacidad auditiva.
Por estos motivos, hay fabricantes que apuestan por ofrecer dispositivos móviles sencillos y accesibles que permitan a la tercera edad permanecer en contacto con sus familiares y cuidadores, facilitándoles una comunicación directa con ellos y proporcionándoles una mayor sensación de seguridad. Así, no es difícil encontrar actualmente en el mercado móviles adecuados para este colectivo; solo hay que tener en cuenta algunas recomendaciones.
Mientras más sencilla sea la interfaz del teléfono, mucho mejor para los mayores. De esta manera, no tendrán ningún tipo de problema al usarlo y entender sus funciones. Precisamente por ello, normalmente este tipo de teléfonos son muy básicos y no cuentan con extras. La cámara de fotos suele ser de baja calidad, la memoria interna se agota pronto y no tienen reproductor de música, aunque incorporen radio.
En su mayoría, las personas mayores buscan llamar y responder, enviar mensajes y, si acaso, una calculadora, linterna y calendario; no piden mucho más. En este sentido, es necesario que las aplicaciones importantes, como la agenda de contactos, sean muy accesibles.
Las pantallas táctiles suelen suponer todo un reto para estas personas, de modo que es necesario que estos teléfonos dispongan de un teclado físico. Algunos tienen los botones en relieve e incluso el teclado en braille. Además, mejor si las teclas tienen colores -verde para contestar; rojo para colgar-, lo que será de gran ayuda para hacer o recibir llamadas.
Ni qué decir tiene que con la edad se resiente la vista y es imprescindible que esta clase de usuarios puedan leer las letras y los números que aparecen tanto en el teclado como en la pantalla, así que estos caracteres deben ser de gran tamaño. Mucho mejor si los botones llevan luz de retroalimentación para ser más visibles.
Muchos de estos móviles ya cuentan con un botón de llamada automática a los servicios de emergencia, de manera que se pueda conectar con ellos en caso de urgencia de forma directa, sin teclear y sin entrar en los menús, con solo dar al botón.
Además, este botón permite también memorizar uno o varios contactos. Al ser pulsado, llama a dichos números de forma automática. Estos botones funcionan incluso con el móvil bloqueado.
Otro aspecto a tener en cuenta es el volumen del móvil. En la mayoría de los casos, las personas de la tercera edad tienen menguada su capacidad auditiva, lo que impide que puedan discriminar los sonidos con nitidez. Así, es importante que el teléfono ofrezca un volumen máximo más alto de lo habitual y sea compatible con los audífonos.
No debemos olvidar de que tener siempre la batería a punto ni de viajar con el cargador puede ser más complicado para los mayores. De modo que, en móviles de este tipo, sin conexión a internet y sencillos de manejar, se puede pedir a las marcas una batería muy duradera. Además, al ser modelos básicos, consumen poca.
Si bien la mayoría de las personas de la tercera edad no quieren complicarse la vida y prefieren manejar un móvil funcional, los hay más modernos, a los que les encanta conectarse a internet y disfrutar de las posibilidades que ofrece, como buscar información, chatear con la familia y los amigos, colgar fotos o consultar mapas. Para ellos también hay una amplia gama de soluciones que se sitúan a medio camino entre los terminales básicos y los smartphones. Y si todavía los hay con ganas de ir más allá, pueden atreverse con cualquier teléfono inteligente de los que se ofertan actualmente en el mercado y que hacen las delicias de los más jóvenes.
Imagen | Henry Be, Luigi Manga, Clément Falize
Por Patricia M. Liceras