Solemos ser conscientes de los riesgos que suponen la ingesta de alcohol o el consumo de drogas en la conducción. Sin embargo, no tanto en lo que se refiere a las distracciones. Y eso que estas causan más del 30 % de los accidentes, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Entre ellas está, como no, el uso del móvil, compañero inseparable de casi todos nosotros. Como su empleo representa uno de los mayores peligros para la seguridad vial en la actualidad, la nueva Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, en vigor desde finales de marzo pasado, sanciona de forma más severa la utilización de este tipo de dispositivos en carretera.
Las nuevas sanciones por utilizar el teléfono móvil
Así, conducir sujetando el smartphone con la mano, aunque no se esté usando, pasa a ser sancionado con seis puntos, tres más que en la anterior normativa. En cuanto a la multa, se mantiene en 200 €.
Además, si el conductor no tiene el móvil en la mano, pero lo está usando (por ejemplo, trasteando con él mientras está en un soporte), se le retirarán tres puntos, aunque esté parado en un semáforo o por un atasco.
En el caso de motocicletas y ciclomotores, pueden utilizarse “dispositivos inalámbricos certificados u homologados en el casco para fines de comunicación o navegación, siempre que no afecten a la seguridad en la conducción”. De este modo, los motoristas pueden emplear los intercomunicadores para hablar entre sí, pero no para escuchar música. No obstante, se perderán tres puntos por colocar el móvil entre el casco y la cabeza del conductor, una infracción que tiene una sanción de 200 € (lo que incluye a los usuarios de bicicletas y patinetes) y la retirada de tres puntos en el caso de los motoristas.
Las tres formas legales de llevar el móvil en el coche
Para poder llevar el móvil de forma correcta en el coche, este debe estar situado en el salpicadero mediante un soporte homologado. No circular con el adecuado puede acarrear una multa de 100 €. Eso sí, este no puede entorpecer la visión del conductor, que, además, no podrá manipular el teléfono durante la conducción. Por tanto, hay que utilizar soluciones como el asistente de voz o conectar el móvil por bluetooth al coche.
¿Cuáles son los sistemas legales según la DGT? La primera de las tres opciones permitidas consiste en un soporte magnético para fijar el teléfono en el salpicadero del coche y que se adapta a cualquier modelo. Su funcionamiento es muy sencillo: uno de los imanes se coloca en el salpicadero y el otro en el móvil.
También se puede recurrir a sistemas que usan la ranura del CD del coche como base para el soporte que sujeta el móvil. Mientras que la tercera fórmula solo es apta para aquellos modelos de coche que tengan una cúpula sobre el cuadro de instrumentos, pues es ahí donde se fija la pinza que hace las veces de soporte para el móvil.
En este sentido, quedan prohibidos los enganches que tienen la forma del dispositivo y que se sujetan al cristal del coche con una ventosa. Según los expertos, son peligrosos porque, por efecto de la sequedad o el calor, la ventosa se puede separar del cristal, poniendo en peligro al conductor en caso de que esté circulando.
No hay que olvidar que llevar el teléfono móvil en un soporte homologado no autoriza al conductor a manipularlo mientras conduce. Si se necesita utilizar cuando para hacer una llamada o cambiar algún parámetro del trayecto en el GPS, citamos las palabras del director de la DGT, Pere Navarro: “Pare en un lugar adecuado, realice las operaciones que necesite con su móvil y luego reanude la conducción”.
Por Patricia M. Liceras
Imágenes | Alexandre Boucher (Unsplash)
