Con motivos o no, sentimos la necesidad de tener el móvil junto a nosotros a todas horas y, al igual que no solemos dejar que se descargue por completo para que no se apague de repente y nos deje desconectados, por la misma razón deberíamos acostumbrarnos a darle un respiro en forma de reinicio.
En este punto debes saber que hay una regla no escrita que todos deberíamos seguir: apagarlos, dejarlos descansar y volver a iniciarlos. Podremos sobrevivir a ese momento sin conexión y hacerlo nos ayudará a prolongar la vida útil de nuestro amado smartphone.
Los teléfonos móviles son aparatos electrónicos, como los ordenadores, y en el mundo de la informática es bien sabido que este tipo de sistemas funcionan mejor cuando se realiza un reinicio cada cierto tiempo. Y no se debe a un hecho en concreto, sino a un conjunto de todos ellos. Por eso, según los expertos, detener la frenética actividad a la que sometemos a los móviles de forma ininterrumpida durante días, semanas e incluso meses permite que vayan de forma más fluida y rápida.
Entre otras cosas, podremos evitar fallos en las aplicaciones o errores en las actualizaciones, nos desharemos de la basura temporal que se haya ido generando mientras los utilizábamos y prolongaremos la vida de la batería al evitar sobrecalentamientos por un uso continuado del dispositivo.
Tema bien distinto al reinicio es restaurar un smartphone de fábrica, un procedimiento similar al formateo de un ordenador y que realmente solo se debe llevar a cabo de forma muy puntual.
Ahora te preguntarás cada cuánto tiempo es conveniente reiniciar el terminal. Una buena respuesta sería que hemos de hacerlo cuando notemos que no funciona con fluidez, que se bloquea o da errores extraños. También cuando hagamos actualizaciones de las aplicaciones que tenemos en él. Pero no se trata de lo idóneo.
La respuesta más acertada es que debemos apagar el smartphone y volverlo a encender al menos una vez a la semana. Además, a juicio de los expertos, una vez apagado, hay que esperar por lo menos un minuto antes de volver a reiniciarlo.
Ahora bien, tan malo es el exceso como el defecto y no es necesario apagar y encender el terminal todos los días. Es más, hacerlo demasiado a menudo puede provocar que la batería se desgaste rápidamente y no evitará que las aplicaciones mal diseñadas dejen de fallar, ni solucionará problemas de consumos excesivos de energía.
Recuerda que no reiniciar nunca el móvil o no hacerlo con cierta frecuencia puede acabar causando problemas y acortando la vida útil del smartphone, que se sitúa en poco más de dos años. Por este motivo, si lo que quieres es que dure algo más, es conveniente seguir estas pautas como parte de una buena rutina de mantenimiento.
Por Patricia M. Liceras
Imagen | Yahdi Romelo (Unsplash)