Según el ‘I Estudio sobre el impacto emocional y económico del uso del móvil’, elaborado por SFAM e Ipsos y presentado recientemente, el 42% de los usuarios invierte entre 200 y 500 euros en la compra de un terminal. Tras una inversión así, todos queremos mantener nuestro móvil en perfectas condiciones, pero estos pequeños aparatos tecnológicos son tan delicados que no admiten cualquier material o producto en su ritual de limpieza.
Existen tres opciones recomendables para quitar la suciedad de los dispositivos:
- Para una limpieza superficial, que solo pretenda quitar el polvo, basta con utilizar un paño seco y suave, que no desprenda pelusas. Los mejores son los de microfibra, que atrapan la suciedad por efecto de la electricidad estática.
- Para eliminar manchas más densas, o simplemente la marca de los dedos en las pantallas táctiles, se puede humedecer el mismo paño (con la mínima cantidad de agua posible) y pasarlo suavemente por la zona. Hecho esto, es importante secar, con otro baño limpio, la pantalla para retirar cualquier resto de humedad.
En todos los casos el paño debe estar bien limpio. Si ha sido usado y tiene polvo, terminará rayando la pantalla.
- Si el aparato está especialmente sucio, quizás sea conveniente llevarlo a un servicio técnico autorizado, donde pueden hacerle una limpieza más profunda.
Muchas veces los gestos aparentemente inofensivos y con la mejor de las intenciones son los que rayan la pantalla o estropean los conectores. Si el móvil ya no carga correctamente o la pantalla deja de funcionar, en ocasiones no se debe a un fallo de la batería o de la configuración, sino a una mala limpieza. Para que esto no ocurra, se deben evitar:
- Toallitas, pañuelos faciales o cualquier material áspero. En este sentido, pasar las mangas de la ropa por el terminal no es una buena opción porque pueden haberse quedado residuos duros y al frotar podemos dañar la pantalla del móvil.
- Rociar directamente el dispositivo, ya que se corre el riesgo de que el líquido se filtre al interior del equipo y ocasione problemas.
- Recurrir a papel humedecido con un poco de alcohol. Y es que solemos pensar que el líquido se disuelve rápidamente y elimina los gérmenes. Sin embargo, se puede destruir una de las capas de la pantalla táctil.
- Utilizar productos que normalmente se usan en la limpieza de la casa, como detergentes o limpiacristales, pues podrían contener elementos químicos que podrían dañar seriamente la pantalla.
- Introducir palillos, bastoncillos para las orejas o alfileres por la ranura de carga o para los auriculares de los smartphones. Estas prácticas pueden estropear los conectores, por lo que se aconseja adquirir un espray de aire comprimido.
Recuerda que la limpieza es más segura con el móvil apagado y, si es posible, apoyándolo en alguna superficie estable para evitar caídas o golpes accidentales.
Además de tener, por lo general, una mayor vida útil, un móvil limpio y resplandeciente siempre luce mejor y facilita la visión, sobre todo si vamos a fijar la vista durante un periodo de tiempo prolongado.
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Por Patricia M. Liceras
