Si le preguntas a alguien por el módulo de información de abonado de uno de sus dispositivos conectados seguramente te ponga cara de extrañeza. Pero si lo haces por la tarjeta SIM, que son las siglas en inglés para referirse a ese término, muchísima gente sabe a qué te refieres. Ahora bien, ¿sabes ya todo lo necesario para aprovechar al máximo tu tarjeta SIM?
Como su propio nombre indica, su principal misión es identificar a los abonados para que puedan acceder a los servicios de su línea. Además, en ella puede realizarse algunos almacenamientos como, por ejemplo, los de los contactos.
Dependiendo de las necesidades y del tamaño del dispositivo en el que vayas a usarla, existen tres tamaños:
Puedes conseguir la tarjeta SIM para tus dispositivos de tres formas:
La tarjeta SIM ya viene activada en caso de nueva alta, solicitud de una nueva por robo o avería o cambio de SIM (por ejemplo, porque has adquirido un nuevo dispositivo). Solamente deberás realizar una llamada sin coste o enviar un SMS.
Ten en cuenta que la activación de la nueva supondrá la desactivación de la antigua. Por lo tanto, si no lo quieres perder, es importante que te asegures de tener una copia (por ejemplo, en otro dispositivo de almacenamiento) de fotos, contactos y otros datos que tuvieses en la SIM antigua. Posteriormente, podrás transferirlo a la nueva SIM.
Por otro lado, ten en cuenta que tu teléfono o dispositivo móvil necesita una tarjeta SIM. Si, por la razón que fuese, no introduces la nueva, no funcionará para hacer llamadas y otros servicios. Además, si no activas tu SIM (no la utilizas) en el plazo de tres meses, Jazztel puede darla de baja.
Sí, en algunos casos es posible que pueda estar sucia, húmeda, dañada, mal ubicada… Es importante que realices algunas comprobaciones en caso de que no funcione correctamente.
Antes de nada, deberás extraerla. En los dispositivos más modernos, en los que no se puede extraer la batería, necesitarás una pequeña herramienta para abrir una bandeja extraíble que se encuentra en el lateral.
A continuación, conviene que realices una inspección visual para analizar si tiene suciedad o humedad. Puedes soplar un poco o limpiar con un papel suave.
Si al reintroducirla sigue sin funcionar, podrías hacer una prueba cruzada con otro dispositivo que emplee el mismo tipo de SIM. Si en el otro funciona, el problema no es de la tarjeta SIM. No obstante, asegúrate de que tu tarjeta tiene el tamaño correcto.
La tarjeta SIM es un pequeño módulo que te abre grandes posibilidades. Es importante que te familiarices con su uso y las situaciones que puedes encontrarte desde su instalación a su retirada.
Por Gonzalo García
Imágenes | PublicDomainPictures/Pixabay