El NFC (siglas de near field connection, es decir, un sistema de identificación por proximidad) está presente en muchos de nuestros dispositivos. Una comunicación mediante frecuencias de radio que podemos usar para compartir datos, archivos, automatizar tareas o incluso vigilar la puerta de casa.
Aunque es generalmente conocida por servir como tecnología habitual en pagos por móvil, siempre se le puede sacar mucho más partido. Aquí traemos nueve alternativas posibles al uso más común.
Aunque algunos sistemas operativos generan un código QR nada más acceder a la sección Ajustes > WiFi > Compartir Red, podemos crear una etiqueta NFC para compartir wifi con cualquier usuario.
Tendremos que acceder a la misma sección de Ajustes, bajar hasta el apartado de conexiones y crear la conexión compartida. De esta forma podemos invitar a cualquier usuario sin necesidad de conocer la clave. Cualquier dispositivo Android compatible con NFC puede hacerlo.
Exacto, con NFC podemos realizar pagos, pero también podemos sacar dinero de un cajero sin necesidad de usar la tarjeta, únicamente nuestro móvil.
En cualquier cajero que disponga de NFC solo hay que acercar el terminal, identificarnos en el servicio, teclear nuestro PIN de cuatro dígitos y listo. También sirve, dependiendo del servicio bancario con el que operemos, para consultar el saldo pendiente en nuestra tarjeta de crédito o débito.
Aunque también puedes hacerlo con apps como SuperBeam, pasar archivos (imágenes, canciones o vídeos) de un terminal a otro suele hacerse mediante red wifi o incluso acudiendo a un ordenador y un cable compatible. Pero el NFC también es útil para transferir archivos. Primero debemos comprobar que esté activo, desde Ajustes/Ajustes de Conexión o accediendo al perfil superior de iconos.
Una vez activo, accedemos a la imagen o carpeta de fotos que querramos transferir, acercamos ambos smartphones para que se detecten uno al otro, confirmamos el envío del archivo en cuestión, aceptamos y voilà, la transferencia comenzará inmediatamente. Cada smartphone vibrará cuando reconozca la compatibilidad NFC del otro terminal y también vibrará cuando la transferencia haya terminado.
Tampoco olvides que servicios como HP Smart, Brother iPrint&Scan o Canon PRINT Inkjet/SELPHY cuentan con impresión mediante NFC. Siempre y cuando la impresora seleccionada sea compatible, con acercar el teléfono a la impresora será suficiente para sacar un currículum, imprimir una foto a todo color desde Facebook o copiar un documento previamente escaneado.
El ticketing NFC es una verdadera maravilla. Quienes asistan a eventos multitudinarios con asiduidad lo sabrán: la gestión de la entrada desde el arco de acceso, el control de aforos, la identificación de usuarios a través de pulseras NFC, la promoción de cadenas de comunicación o la validación de pases VIPs en recintos feriales.
No necesitas más acreditación que tu acceso NFC. Y además operan en local, sin necesidad de estar conectadas a ninguna red, lo que convierte a estos dispositivos en alternativas más seguras que mediante lectores wifi.
Los pagos cashless son más frecuentes que nunca: en tiendas de cómics, en catas de vinos o ferias de alimentación, en boutiques de ropa y hasta en joyerías. Ni siquiera necesitas sacar tu tarjeta de crédito, lo que elimina tanto la gestión y peso del efectivo como las miradas furtivas y los intentos de robo.
Pero la mejor parte de esta transacción reside en el escaneo de productos. Antes de hacer la compra podemos localizar los artículos de la tienda escaneandolos. Al momento accederemos a la ficha del producto: precio, fecha de estocaje y descripción.
Lo llaman llave digital y funciona igual que cualquier otra cerradura conectada. Mediante NFC podemos bloquear y desbloquear el vehículo, arrancarlo o autorizar quién puede hacerlo mediante alguna de las muchas apps oficiales.
Otra función que algunos fabricantes han diseñado pasa por crear una etiqueta NFC, para que un vehículo eléctrico, por ejemplo, reproduzca siempre la misma música por los altavoces del coche. No es una innovación alucinante, pero nunca está de más tener opciones adicionales.
Un bloqueo de alarma o despertador que silencia las notificaciones, un aviso de llamar al trabajo o un recordatorio para echar el cargador del móvil en la maleta antes de salir de viaje. Mediante NFC podemos crear tareas y ellas se vincularán mediante geolocalización. Si tu sistema operativo no cuenta con las opciones adecuadas, con aplicaciones como Trigger o Tasker puedes crear tareas activadas por NFC. Se basan en localización y no comprenden complicación ninguna.
Incluso tarjetas de negocios. Basta con hacerte un archivo de texto con toda la información y, cuando alguien requiera tus datos, envíalos por NFC a su móvil con solo ponerlos en contacto. Así tendrá tu teléfono, email, nombre completo y demás información en su smartphone y no tendrá que introducir los datos a mano.
Lo decíamos al comienzo, el etiquetado NFC mediante etiquetas adhesiva) ayuda a tener un control de estocajes en prendas como ropa o alimentos. Pero algunas empresas han encontrado aquí un nicho mucho más amplio. Tile, por ejemplo, ha desarrollado pares de etiquetas físicas que podemos enlazar a nuestro smartphone y cualquier otro dispositivo que querramos tener controlado.
Desde un paraguas al juguete favorito de nuestro hijo. ¿No encuentras la cartera? Con este sistema de identificación, el pequeño tile comenzará a emitir un pitido y darás con ella en un momento. Imagina que has perdido un regalo en una habitación de hotel; desde su app podemos identificar su última posición.
En resumen, NFC es una tecnología versátil, algo ignorada, como sucedió con el Bluetooth, pero que depende de la pericia de cada usuario y la compatibilidad de cada dispositivo.
Por ISRAEL FERNÁNDEZ
Imágenes | Unsplash (1, 2, 3 y 4)