En estas semanas de confinamiento, nada mejor para desconectar y alegrarnos el día con una buena comedia. O simplemente con una película loca y desternillante. En la historia del cine hay muchas, y en este post hemos seleccionado media docena. Esperamos que las disfrutes.
Esta disparatada película es en realidad una parodia de las cintas de catástrofes aéreas que proliferaron en la década de los setenta, como ‘Aeropuerto 75’. En el recuerdo de todos quedan secundarios como ese piloto automático hinchable y sátiro. O ese supervisor de la torre de control encarnado por Lloyd Bridges (el padre de Jeff Bridges) que sucumbe al pegamento para soportar la tensión. Y ese copiloto espigado y muy inseguro que interpreta la leyenda del baloncesto Kareem Abdul-Jabbar.
De Woody Allen se podrían recomendar las comedias disparatadas de sus primeros tiempos, pero ‘Annie Hall’ es una espléndida película porque mezcla diálogos divertidos con un guión magnífico teñido de romanticismo. De hecho, recibió cuatro Oscars al año siguiente de su estreno, entre ellos el de ‘Mejor película’. Allen interpreta a Alvy Singer, un humorista neurótico de Nueva York que queda prendado con la igualmente neurótica Annie. Impagable ese final donde Alvy nos cuenta el chiste del loco y los huevos de gallina para plasmar el sinsentido de la existencia.
Durante décadas, el grupo de humoristas británicos Monty Python han desacralizado y dado la vuelta a la cultura occidental en películas, series de televisión y obras de teatro. Una de sus producciones más famosas y recordadas es ‘La vida de Brian’, una delirante e irreverente revisión de la Biblia en la que incluso hay sitio para los extraterrestres. La sátira es total. Es el reverso desbordado de esas películas moralistas y mojigatas de profetas y romanos que tanto se reponen durante la Semana Santa.
Hay muchas comedias excelentes en el cine español, empezando por las de Berlanga. Sin embargo, ‘Torrente, el brazo tonto de la ley’ fue el primer gran éxito de Santiago Segura como director y protagonista, y sintonizó con millones de espectadores. La historia cuenta las aventuras de José Luis Torrente, un policía machista, racista, franquista y muy zafio que se ve envuelto casi sin quererlo en una trama de narcotráfico. El humor grueso y escatológico fue la vía elegida por Segura para conectar con el público. ‘Torrente’ es también una parodia a las películas de expolicías que viven al margen pero que se redimen. Para el recuerdo, dos secundarios: el padre de Torrente, interpretado por un Tony Leblanc en silla de ruedas y constantemente humillado por su hijo; y Rafi, el fiel e inocente escudero de Torrente, y al que da vida Javier Cámara.
En 2006 el actor, humorista y guionista británico Sacha Baron Cohen saltó a la fama mundial con esta película. En ella nos cuenta las peripecias de Borat, un reportero de Kazajistán que, por orden de su Gobierno, viaja a Estados Unidos para rodar un documental pedagógico para ensalzar los valores de ese país. ‘Borat’ es en realidad un falso documental que se ayuda de la cámara oculta y su intención es sacar los colores a la sociedad estadounidense. La sátira y el humor negro que destila pone de manifiesto la estupidez, el racismo y la homofobia que hay allí y, por extensión, en cualquier parte del planeta. Tendremos muchas oportunidades de desternillarnos de risa en la hora y veinte minutos que dura la película.
‘Ocho apellidos vascos’ fue un bombazo de público y de taquilla. La dirigió Emilio Martínez Lázaro, que ya tenía mucha experiencia en el género de la comedia. La película saca partido al famoso dicho de “los polos opuestos se atraen”. Un pijo andaluz (Dani Rovira) se enamora de una vasca cerrada y borde. El choque cultural está servido y eso es lo que mueve la acción. Además, los secundarios son espléndidos, con Karra Elejalde dando vida al padre de la muchacha, un vasco de pura cepa y muy rudo. Y con Carmen Machi haciendo de viuda de un Guardia Civil. La película está llena de tópicos y clichés, pero funciona maravillosamente. Para el recuerdo, la escena en que Rovira conoce en un restaurante a su suegro, donde éste le somete a un delirante examen para ver si es de la tierra.
En España no se nos da muy bien hacer películas de superación y con un claro mensaje al espectador, pero ‘Campeones’, dirigida por Javier Fesser, es una buena excepción. La película, muy familiar, tenía todas las papeletas para ser un pelotazo en la taquilla y lo consiguió. Cuenta la historia de un entrenador de baloncesto de vida algo díscola (Javier Gutiérrez) que es despedido del equipo profesional que prepara. Para redimirse le toca sacar adelante un equipo muy diferente, el de un centro de personas con discapacidades mentales y donde sus integrantes casi no saben lo que es una canasta. ‘Campeones’ apela a los valores más sinceros y al humor como vía para superar las dificultades de la vida. Es una película que, por el tema, podía haber caído en el sentimentalismo y la ñoñería, pero que nunca lo hace. Un acierto total.
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Juan I. Cabrera