A pesar de la popularidad que han alcanzado las consolas de videojuegos, los ordenadores siguen siendo el hardware elegido por muchos jugadores, para los que la elección de un buen teclado gamer no es una tarea baladí.
Sobre todo los que prefieren los shooters o se dedican a los eSports, géneros en los que un mínimo desfase entre la pulsación en el teclado y su reflejo en el juego puede significar la muerte (virtual, claro está) o la eliminación.
Por eso vamos a repasar las claves de este elemento imprescindible cuya elección no se puede tomar a la ligera. Veremos qué tiene que tener un teclado gamer, qué les hace diferentes y cómo elegir el mejor para nosotros.
Normalmente son fáciles de identificar por su estética chillona, llena de luces LED de distintos colores. Pero no debemos dejarnos engañar, más allá del aspecto, lo importante de un teclado gaming está en sus características, sobre todo en su capacidad de respuesta y su rendimiento.
Sin duda lo más importante es que tenga tecnología anti ghosting; es decir, aquella que permite que pulsemos varias teclas al mismo tiempo (bastante habitual cuando jugamos) y se introduzcan todas las órdenes de manera simultánea, sin que se bloquee el teclado.
También cobra importancia la posibilidad de crear macros y de asignar habilidades a una tecla. Además, también es interesante que tengan cosas como accesos directos a funciones como el volumen y el micrófono, o el bloqueo de teclas especiales.
Por supuesto, un diseño atractivo tampoco está de más. Los hay muy llamativos, conocidos como teclados RGB, y otros más discretos, pero hay que saber que esas llamativas iluminaciones de colores no sólo hacen más bonito el teclado gamer; también sirven para identificar mejor las teclas y poder jugar en la oscuridad.
También hay teclados que incorporan configuraciones distintas con teclas especiales y colores de lo más variopinto. Y existen teclados de diferentes materiales (que influyen en su durabilidad) e, incluso, distintas técnicas de impresión de las letras.
Por último, pensando en el diseño también es importante tener en cuenta que a la hora de elegir nuestro teclado hay que buscar uno que sea cómodo, incorpore reposamuñecas o alguna otra característica adicional, ya que muy probablemente pasaremos muchas horas jugando con él, así que esto también es clave a la hora de elegirlo.
Tradicionalmente, “teclado gaming” se ha asimilado a “teclado mecánico”, ya que este tipo de teclado cuenta con pulsadores que son totalmente independientes, y por tanto evitan el temido bloqueo. Además, están diseñados para durar mucho más que los teclados convencionales y soportar hasta 70 millones de pulsaciones.
La alternativa son los teclados de membrana, mucho menos duraderos (normalmente entre 5 y 10 millones de pulsaciones por tecla) y precisos, aunque hayan evolucionado favorablemente en los últimos años y sigan contando con ventajas como un precio más reducido y el hecho de ser más silenciosos.
Tal y como nos cuentan en la web de HP, hoy día al enfrentarnos a la disyuntiva de elegir un teclado gamer rápidamente nos encontraremos inmersos en el debate entre teclados mecánicos frente a teclados de membrana.
Cada uno tiene sus peculiaridades y, lógicamente, sus ventajas e inconvenientes. Por eso, vamos a repasar cuáles son brevemente a continuación.
La principal característica de los teclados mecánicos es que utilizan lo que se denomina un interruptor mecánico. Este puede ser de distintos tipos, pero generalmente utiliza un sistema mecánico para accionar cada tecla. Al presionar, el resorte se mueve para cerrar el circuito y registrar la letra pulsada.
Entre sus principales ventajas están el hecho de que no haya problema en presionar varias teclas a la vez sin registrar falsos contactos (clave cuando se juega como decíamos). Además, ofrecen una respuesta excelente y dependiendo del tipo de teclado suelen ser más sensibles, se pueden hundir más las teclas y proporcionan un tacto algo acolchado.
Suelen tener un diseño robusto que ofrece una gran estabilidad y esto mismo, como hemos adelantado, repercute en una vida útil mucho mayor que los teclados de membrana y menor desgaste. Incluso tienen la peculiaridad de que si una tecla falla se puede sustituir por otra, cosa imposible en los otros.
Por la parte negativa, los teclados mecánicos suelen ser bastante ruidosos (un problema si juegas por la noche), son más grandes y pesados y, finalmente, requieren de una inversión económica mayor que los teclados de membrana.
Son los teclados más tradicionales y, aunque hay distintos tipos, se caracterizan por estar formados por tres capas distintas, la superior e inferior normalmente formadas por una membrana de silicona. La capa inferior es la que cierra un circuito haciendo que se registre la pulsación que hemos realizado con la tecla correspondiente.
Entre sus ventajas tenemos que son fáciles de fabricar y, por ello, tienen precios bajos. También que son muy silenciosos (lo que los hace ideales para entornos de oficina) y que pueden fabricarse en tamaños muy compactos.
En cuanto a las desventajas, cuenta con el problema de que las membranas se desgastan con el tiempo a pesar de la flexibilidad del material. Por ello, este tipo de teclados son mucho menos resistentes y duraderos. Si una tecla deja de funcionar lo normal es que tengamos que reemplazar el teclado entero.
En cuanto a la respuesta, está claro que no ofrecen la misma respuesta táctil que un teclado mecánico, que es mucho más física, pero los teclados de membrana más avanzados sí que pueden ofrecer una respuesta lo suficientemente satisfactoria para su uso por parte de los gamers.
Por tanto, vistas sus características, pros y contras, sólo queda responder a esta pregunta sobre los teclados gamer.
Y la respuesta no es sencilla, porque depende de los gustos de cada uno. Aun así, en general parece que los teclados mecánicos son los más indicados, por su rápida y fiel respuesta y durabilidad. Sin embargo, dependiendo de nuestro presupuesto, puede ser buena idea comprar uno de membrana que esté diseñado para jugadores. La elección es vuestra.
Por Óscar Condés