En las compras navideñas online, no solo necesitamos un regalo adecuado para cada persona y un bonito papel para envolverlo. Debemos tener también cierta prudencia y hay que dedicar un tiempo a pensar en las características del bien o servicio, de la entrega, del pago y de la compartición de datos.
Hay que tener muy presente a quién enviamos nuestro regalo. En especial, debemos meditar si es posible que hiramos sensibilidades por cuestiones culturales o personales. Además, en lo posible debe ser algo agradable que permita que nos recuerden con afecto.
Es importante que el regalo no llegue tarde. Poco sentido tiene hacer regalos navideños muy avanzado enero. En todo caso, tampoco debemos adelantarnos en exceso, en especial si se trata de bienes perecederos. Lo ideal es mantener un equilibrio que permita llegar a tiempo, hacer comparaciones de precios y regalar un producto en perfectas condiciones de conservación.
Es muy importante en la contratación online de servicios (como viajes, entradas en espectáculos, etcétera), pero también en la adquisición de bienes por comercio electrónico. Nos permite aclarar qué es exactamente lo que vamos a regalar. Además, si las expectativas no se cumplen, nos facilitará saber qué es lo que podemos reclamar.
Aunque realicemos la operación desde un equipo de sobremesa, suele ser necesario utilizarlo para realizar pagos electrónicos. Es frecuente que nos pidan alguna identificación biométrica o algún código que recibamos por SMS.
Tanto si es de crédito como de débito, es habitual que las empresas de servicios de pago implementen medidas reforzadas de ciberseguridad. Añaden sus propios mecanismos a los de las entidades bancarias en las que tenemos la cuenta desde la que sale el dinero.
Para completar la compra, suele ser necesario rellenar algún formulario. Algunos datos pueden ser imprescindibles para concretar las formas de pago y entrega. Las tiendas online suelen añadir otros datos para conocer tus preferencias y orientar sus ofertas. Si no tenemos confianza en el proveedor, es mejor que no expliquemos nada que pueda comprometernos a nosotros o al destinatario del regalo.
Teclear en un motor de búsqueda alternativas a y el nombre del regalo nos puede ayudar a ser un poco más originales. Podemos encontrar algo parecido, pero que no sea lo mismo de todos los años. Además, siempre es una buena forma de aprender sobre las características y valor de los diferentes productos.
Buscar el nombre de una tienda online en internet es un primer filtro para prevenir ciberestafas. Es probable que, si es el caso, encontremos abundantes reseñas malas y comentarios de alerta en foros. A veces, también resulta útil cruzar la búsqueda de producto y tienda online. Al fin y al cabo, hasta las más reputadas tienen puntos débiles en algún artículo y quizá en ellas encontremos alguna alternativa mejor.
Antes de que se realice, debemos prestar atención a la persona que reciba el artículo. Si es el destinatario y pretende ser una sorpresa, siempre debemos tener una dirección de entrega alternativa, por si no se encuentra allí en ese momento. Puede ser un vecino, un compañero del trabajo, un amigo, la tuya propia… Si el envío no lo recibimos nosotros, siempre es recomendable consultar si el regalo llegó en buenas condiciones.
Las compras navideñas son un buen momento para hacer gala de todo lo que hemos ido aprendiendo durante el año sobre responsabilidad online. Cuando está por medio la ilusión de nuestros allegados, tenemos un incentivo mayor para prestar atención y lograr que todo salga bien.
Por Gonzalo García Abad
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