Se nos pondrían los pelos como escarpias si contáramos el número de portales y servicios que guardan un perfil nuestro. Memorizar contraseñas únicas para todos es tarea imposible y utilizar solo una supone un riesgo enorme. Para evitarlo, te explicamos cómo mantener sincronizadas tus contraseñas.
La lista es interminable: correos electrónicos, redes sociales, servicios de streaming y de juegos, de banca o de gestión… No nos imaginamos la cantidad de sitios en los que figuran nuestros datos. Y esta información sensible queda a una única contraseña de distancia de un caco digital.
Una manera segura de sincronizar tus contraseñas: un gestor
Aunque tengamos memoria de elefante y seamos unos cracks de la mnemotécnica, no es viable recordar tantas contraseñas. Sobre todo si queremos que sean seguras. Una contraseña débil puede ser expuesta por un hacker o un bot en segundos; una fuerte, en horas o días. Y eso marca la diferencia.
Precisamente por eso aparecieron los gestores de contraseñas. Se encargan de almacenarlas todas en un entorno seguro, protegido por una clave maestra. Suelen añadir dos características interesantes: rellenar de manera automática los formularios de ingreso y ser multiplataforma. Así, funcionan en ordenadores y móviles.
Uno de los más conocidos es LastPass. Tiene una versión gratuita y otra prémium. Esta segunda es la que ofrece acceso en cualquier dispositivo y funciones avanzadas de seguridad. También hay una suscripción familiar que abarata costes.
Otra habitual es 1Password, que, aunque no ofrece servicio gratuito, se puede probar durante un mes. Ambas son sencillas, seguras y útiles.
Una manera cómoda de sincronizar tus contraseñas: tu sistema operativo
Casi todos los sistemas operativos cuentan con sus propias herramientas. A pesar de la diversidad de aparatos que usamos, Windows continúa siendo líder en ordenadores personales. Lógico es que ofrezca Autorrellenado de Microsoft y Microsoft Authenticator para mantener tus contraseñas seguras. Al estar asociadas a la cuenta de usuario de Microsoft, se pueden usar en todos tus dispositivos.
Muy centrada siempre en la seguridad, Apple centraliza esfuerzos en la herramienta iCloud. Esta nos permite gestionar en el Llavero tanto contraseñas como otro tipo de datos. Además, como es habitual en los de Cupertino, funciona de manera muy fluida entre sus móviles, tabletas y ordenadores. Gracias al ID de Apple, iCloud acudirá siempre a nuestro rescate, usemos iOS, iPad OS o macOS.
También hay una opción nativa para teléfonos y tabletas con Android. Se trata de la función Smart Lock, capaz de sincronizar contraseñas entre el móvil y el navegador Chrome. Está asociada al sistema de bloqueo inteligente del smartphone y es fácilmente configurable para, por ejemplo, que se desactive si nos conectamos a la wifi de casa.
Una forma habitual (y otra curiosa) de sincronizar tus contraseñas
Los navegadores son nuestro bastón digital para recorrer internet, por lo que también disponen de gestores de contraseñas. Los encontrarás en casi todos: Chrome, Safari, Firefox y Edge. No ofrecen tantas opciones como los gestores, pero se pueden usar en el ordenador o sincronizados en el móvil si hemos iniciado sesión.
Hay otras maneras inusuales de guardar contraseñas. No son las más seguras, pero pueden resultar útiles. Podemos apuntarlas en un servicio de notas con sincronización multiplataforma siempre que permita protegerlas con clave. Es el caso de las Notas de Apple y de otras apps privadas como Simplenote. Por su parte, Google Keep usa la protección propia de tu cuenta, pero no ofrece la posibilidad de ‘cerrar’ una nota en concreto.
Por último, unas recomendaciones. Procura que tus contraseñas sean fuertes y no uses siempre las mismas. Aunque dé pereza, si Google o Safari te proponen repasar las más débiles, repetidas o expuestas, hazlo. Y si quieres flipar con la cantidad de webs que almacenan tu información, date un paseo por Mine. Seguro que así te convences.
Por Pablo Vinuesa.
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