De repente se te cae el teléfono al suelo y ¡bum! Se rompe la pantalla. Las fundas y protectores no hacen milagros y, con un poco de suerte, igual puedes seguir usando el móvil, con el único fastidio de tener que visualizarlo todo a través de las grietas de un cristal hecho añicos. En el peor de los casos, la pantalla queda tan dañada que no reconoce las pulsaciones e incluso se va a negro y no se ve nada.
Aunque en ocasiones el terminal puede quedar inutilizado por completo cuando sucede esto, existen algunos trucos que nos pueden ayudar a poner nuestros archivos a buen recaudo y seguir utilizando el móvil hasta que lo llevemos a reparar o nos compremos uno nuevo.
Asistentes de voz
Una de las mejores formas de aprovechar algunas funcionalidades del teléfono sin depender de la pantalla táctil es recurriendo a los asistentes de voz. Es decir, a Google Assistant si el terminal es Android o a Siri si se trata de un iPhone.
Eso sí, para ello hay que haber configurado antes el móvil para que el asistente sea siempre accesible por voz o, en un dispositivo Android, puede activarse a través del botón de inicio, si es que este todavía funciona tras la caída o el golpe.
Un asistente de voz nos puede ayudar a realizar multitud de acciones, como realizar llamadas, enviar y responder mensajes, abrir aplicaciones y hasta reproducir música.
Además, podemos combinar estos asistentes virtuales con herramientas de accesibilidad, como Google Voice Access (si el móvil es Android) o VoiceOver (en el caso de iPhone), para ejecutar casi cualquier acción usando la voz y tener así el control del aparato.
Teclado y ratón
Como vemos, hay maneras de gestionar los sistemas de los smartphones más allá de la mera navegación con los dedos. En este sentido, otra de las formas más sencillas de manejar el dispositivo cuando la pantalla está rota, siempre y cuando todavía se observe algo, es conectarlo a un teclado y/o ratón.
Lo más fácil será establecer dicha conexión mediante bluetooth, si es que tales dispositivos ya se habían emparejado antes o que la pantalla funcione lo suficiente para completar el proceso. También podemos optar por conexiones por cable: si el móvil es Android, necesitaremos un cable USB-OTG; si es iPhone, deberemos emplear un adaptador de Lightning a USB. Lo bueno es que no hay que instalar ningún driver, ni nada parecido: enchufar y listo.
Programas especializados de recuperación
Ahora bien, es posible que nuestro dispositivo se haya quedado en negro y que nos resulte imposible hacer nada con él. Si la memoria del teléfono ha sufrido algún tipo de daño, la manera más efectiva de recuperar los archivos será recurrir a programas especializados en este tipo de tareas.
Existen multitud de herramientas que nos permiten recuperar información del teléfono, como Wondershare Recoverit, Recuva y Jihosoft Phone Recovery, aunque la mayoría son de pago o gratuitas solo hasta cierto punto. No obstante, la inversión puede merecer la pena por la cantidad de funcionalidades que ofrecen.
Son tres de los principales métodos para recuperar esos datos que el móvil almacena en su interior y no queremos perder al romperse la pantalla. La opción más adecuada dependerá del sistema operativo del terminal en cuestión y de si la pantalla solo funciona parcialmente o ha quedado totalmente inutilizada.
En cualquier caso, son soluciones para salir del paso y lo aconsejable es consultar al servicio técnico oficial de nuestro smartphone para saber si se puede reemplazar la pantalla o hay que sustituir el terminal entero, dependiendo de la gravedad del daño y el coste asociado.
Por Patricia M. Liceras
Imagen | Ashkan Forouzani (Unsplash)
