Compartir es una de las acciones que han movido el pasado, mueve el presente y seguirá moviendo el futuro de la humanidad.
Pensemos, por ejemplo, en lo que supuso compartir para los cazadores recolectores. Podían encontrarse con una pieza de carne enorme, con mucha fruta, con cualquier clase de descubrimiento que les procurase alimento para varios días. ¿Cuál era el problema? Que podía echarse a perder.
Para ellos, muchas veces, la solución era compartirlo con otros grupos de familiares, tribus cercanas, en definitiva, personas próximas que podrían evitar que se desperdiciase la comida y con las que, al mismo tiempo, estrechaban lazos. “Hoy por ti, mañana por mí”, que se dice.
Más adelante, comenzó a llegar el sedentarismo. Los seres humanos comprendieron que compartir un espacio era una forma de llegar más lejos, de distribuir el trabajo y sus frutos, incluso de luchar contra los riesgos. Se comparten los buenos y los malos momentos.
Poco a poco, se fueron dando cuenta de que había algo muy importante que también podían compartir: el conocimiento. Si transmitían unos a otros cómo hacer mejor las cosas, llegarían más lejos. El conocimiento no se desgasta al compartirlo, sino que, en realidad, se multiplica.
El avance de la industria fue una gran oportunidad para compartir. Fue el caso, por ejemplo, de máquinas e instalaciones pensadas para ser simultánea o sucesivamente empleadas por muchas personas.
Algo semejante surgió con la modernización del transporte de viajeros. Así, muchas personas podían compartir un viaje en barco, en tren o en avión, haciéndolo económicamente factible. ¿Qué hubiese sido, por ejemplo, de la aviación si solamente hubiese habido unos pocos viajes privados?
Siempre ha estado claro que, si una persona o entidad tiene recursos ociosos y otra una necesidad puntual de emplear recursos del tipo de los que, en ese momento, a la primera le sobran, podría haber alguna posibilidad de acuerdo provechoso para ambas partes.
Sin embargo, aunque sea provechoso, eso no quiere decir que compartir siempre haya sido muy sencillo. A veces, cuesta encontrar la persona con la que compartir. Otras lo que cuesta es establecer lazos de confianza entre quienes comparten algún tipo de recurso. La economía colaborativa pretende aportar nuevas soluciones para que compartir sea cada día más sencillo.
Los datos han sido calificados como el nuevo petróleo. Poder subir y bajar con la máxima rapidez y comodidad datos es uno de los grandes requisitos para poder extraer todo el beneficio posible a nuestra vida digital.
Sin embargo, la vida digital es como el resto de la vida, no siempre es igual. Todos los días, meses o años no empleamos los recursos del mismo modo y, en ese sentido, los datos no son una excepción.
Compartir datos con otras personas es una forma de adaptarnos a las necesidades que van surgiendo. Unas veces le sobrarán a uno y otras a otro. Pero también sirven para mostrarte altruista con las personas que más quieres, con otras que están pasando un momento de necesidad o, simplemente, como forma de tener una atención con alguien.
Sea como fuere, Jazztel te ayuda a que puedas compartir algo tan importante en los tiempos que vivimos como los datos. Porque, en el fondo, la vida digital es más vida cuando se comparte, cuando se aprovechan las posibilidades de la comunicación moderna para estrechar lazos con otras personas y para construir una realidad mejor que, como vemos, ha sido el objetivo que ha tenido la historia de la compartición desde sus orígenes hasta hoy.
Por Gonzalo García Abad.
Imagen | Fancycrave en Unsplash
Hola yo tengo tres líneas móviles con jazztel he activado la opción de compartir datos, pero con una de las lineas que es la que es gratis de 1gb no me deja compartir. Es posible que tenga algo en la configuración que me impida compartir?
yo tengo 1 linea de 4 gb y dos gratuitas de 1 gb, active la de 4 pero en las de 1 gb me pone "incompatible", que pasa que no se pueden compartir con las lineas que tengas gratuitas de 1 gb? porque entonces vaya rollo de promocion, no vale para nada no?