Existen muchas aplicaciones, algunas muy sofisticadas, que permiten espiar tu móvil. En este post te hablamos de las más populares, por si las encuentras instaladas en tu aparato. De todas formas, algunas son bastante difíciles de detectar. Precisamente, esa cualidad de pasar desapercibidas a ojos de la persona espiada forman parte de su atractivo.
Spyzie es una de las apps más populares para espiar un móvil, aunque la empresa que la comercializa la vende como una herramienta de control parental. De hecho, presume de que más de 3 millones de progenitores la han descargado. Spyzie es muy completa y permite controlar un móvil desde otro móvil o desde el ordenador, aportando todo tipo de información y funciones.
Desde registro de llamadas, mensajes de WhatsApp y redes sociales y correos electrónicos a acceso al historial de navegación, uso de aplicaciones o restricción del uso móvil a ciertas horas. También permite geolocalizar el móvil controlado o espiado. Eso sí, antes hay que descargar la app en el móvil que se quiere rastrear. Aunque tiene cuenta básica gratuita, el coste del plan básico tiene un coste de partida de 30 euros al mes.
Muchas funciones, pero precios bastante elevados
Otra aplicación que permite espiar un teléfono con Android o iOS es Flexyspy, que también ofrece muchas posibilidades, pero que no dispone de versión de prueba gratuita y cuyo precio también es bastante elevado. Así, la versión Lite (básica) tiene un coste de casi 30 euros, pero la siguiente, la Premium, se eleva a 68 euros al mes.
Flexyspy no sólo permite espiar teléfonos, sino también tabletas y ordenadores Mac y Windows. La lista de funciones de esta app es casi interminable, y, entre otras cosas, permite instalar o desinstalar remotamente software en el dispositivo controlado. Además, Flexyspy se ejecuta de forma oculta, para no levantar sospechas.
También es muy completa, aunque cara, la aplicación Spyera, que se presenta como “100% invisible” para la víctima del espionaje. Además, avisa al espía de llamadas de teléfono en el otro teléfono para que las pueda escuchar en directo.Y da la posibilidad al espía de tomar fotos con la cámaras del móvil vigilado. Todo un peligro.
La empresa de Spyera también vende desde su web varios modelos de iPhones o de teléfonos con Android con este software preinstalado, para que el interesado no tenga que hacer jailbreak o liberar el dispositivo de Apple espiado, o rootear el móvil con Android, que viene a ser lo mismo.
Pero la lista de software espía no acaba aquí. Cualquier usuario que quiera controlar a niños y adolescentes, o saber más sobre su pareja o sus compañeros de trabajo, tiene una amplia variedad de programas en el mercado.
App para descubrir infidelidades
Es el caso de SpyBubble, que curiosamente se presenta como el mejor aliado para descubrir infidelidades de pareja, a juzgar por la foto que abre su página web. Eso sí, SpyBubble ofrece menos funcionalidades que las anteriores.
También están disponibles Mobistealth, que graba conversaciones y las sube a la cuenta de usuario para ser escuchadas en cualquier momento, o Highster Mobile, que tiene una versión para empresas que facilita el control de los empleados a aplicaciones y herramientas de mensajería desde el teléfono, la tablet o el ordenador.
Más orientados al control parental y al seguimiento de la actividad de los jóvenes en redes como Instagram o Snapchat, se presentan programas como PhoneSheriff o Mspy.
Prácticas ilegales
Muchas de las aplicaciones de las que hemos hablado aquí están pensadas originalmente para el control parental, es decir, para el control que los padres hacen de sus hijos menores de edad en Internet y en las redes sociales. Y eso es legal.
El problema viene cuando estas aplicaciones se destinan al control de la pareja (muchas veces de la mujer) o de los empleados. En el primer caso, el de las llamadas apps Stalkerware, es claramente delito, pues se interfiere en las comunicaciones de una persona sin su consentimiento. De hecho, está tipificado en el artículo 197 del Código Penal.
En el segundo caso, el de “pinchar” las comunicaciones en la oficina, las cosas están bastante menos claras y hay muchas restricciones para las empresas. Las compañías podrán ver el correo o el WhatsApp corporativo de un empleado siempre que lo avisen con antelación, que esté establecido en un protocolo y que las razones para ello estén debidamente justificadas. Pero, por supuesto, no podrán espiar el móvil personal del trabajador porque infringirían también el artículo 197 del Código Penal.
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Juan I. Cabrera