Cada vez conectamos más dispositivos a internet en casa. Y lo hacemos porque cada vez hay más dispositivos susceptibles de ‘engancharse’ a la red y funcionar de forma coordinada. Ordenadores, teléfonos, altavoces, televisores, termostatos inteligentes para la caldera o la calefacción, bombillas, alarmas, robots de limpieza…
Y también porque hay sistemas para ponerlos a todos de acuerdo desde el teléfono o un altavoz. Hablamos de Google Home, Alexa, el asistente virtual de Amazon, y el HomeKit de Apple.
Definitivamente, el smart home ya está aquí. Este año se calcula que los hogares conectados en el mundo podrían llegar a los 20 millones. Convertir nuestra casa en un hogar inteligente no es tarea de ingenieros de la NASA, ni mucho menos. Pero hay que tener en tener en mente algunas consideraciones. Aquí te ofrecemos una guía rápida para que todo salga bien y podamos sacar el máximo partido.
Valora tu conexión a Internet
En una casa conectada se supone que vamos a tener muchos dispositivos demandando acceso. Por eso tenemos que asegurarnos de que contamos con una conexión y un router en condiciones. Se calcula que para cinco dispositivos necesitaremos como mínimo una conexión de 10 Mbps, y el doble de ancho de banda para 10 aparatos. Hay que tener en cuenta que se trata de un cálculo muy general. En todo caso, con una buena conexión de fibra, de unos 100 Mbps, algo relativamente habitual hoy en día, tendremos más que suficiente.
Elige asistente y plataforma
Como decíamos, los principales plataformas de smart home son Alexa de Amazon y Google Home. Por eso tenemos que ver la compatibilidad del resto de dispositivos con estos dos entornos. En todo caso, ya son mayoría los aparatos que se conectan sin problemas con ambos. Además, hay que tener en cuenta que entre ellas no se entienden. Por ejemplo, a Alexa no podemos pedirle que ponga una película o una serie en una televisión conectada con el Chromecast de Google.
Crea un ecosistema
Lo más recomendable es crear el hogar digital alrededor de un altavoz; así será más fácil darle órdenes. Podemos también recurrir a altavoces de terceros que lleven Alexa instalado, por ejemplo. Una vez hayamos elegido altavoz, tendremos que conectarlo a la wifi de casa y bajarnos en el móvil la app (Amazon Alexa o Google Home) para configurarlo todo y empezar a darle órdenes y usar los servicios que ofrecen ambas plataformas. Tanto Alexa como Google Home se encargarán de rastrear para encontrar los dispositivos cercanos, aunque también podremos hacer esta operación de forma manual.
Agrega dispositivos
Ahora ya solo es cuestión de ir agregando dispositivos a esta incipiente red doméstica y sacándoles partido. Hablamos de la smart TV, de bombillas y de enchufes inteligentes, entre otras cosas. Con Alexa o Google Assistant instaladas en el móvil podremos, por ejemplo, regular la intensidad de la luz o calcular el consumo de las bombillas. O programar un enchufe para que se active a una hora determinada y se desactive a otra.
Crea rutinas
Para sacarle todo el partido al hogar conectado, debemos entrenarlo de acuerdo con nuestras rutinas. Por ejemplo, se puede establecer una alarma con música para que el altavoz nos despierte por las mañanas. Luego le podremos decir que, al cabo de los 20 minutos de la ducha, nos conecte la radio o nos encienda la televisión en algún canal concreto para ver las noticias o el tiempo. Por la noche, igualmente, le podemos pedir que apague las luces o ciertos aparatos y que nos diga qué reuniones y obligaciones tenemos en la agenda para el día siguiente. Es el smart home hecho realidad.
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Juan I. Cabrera
