El vídeo corto es el dominador actual del contenido en internet, como bien demuestra el descomunal éxito de TikTok. Sin embargo, a muchos usuarios de Instagram no les seduce su progresivo e imparable parecido, como bien demuestra la reciente campaña ‘Make Instagram Instagram again’.
Decir que la red enfocada al contenido audiovisual del grupo Meta está en crisis sería una afirmación bastante controvertida. Según los últimos datos actualizados, estaría rozando en la actualidad los 1500 millones de usuarios y se sitúa en un envidiable cuarto puesto entre las plataformas más usadas del mundo, tras colosos como Facebook, YouTube y WhatsApp.
Eso no significa que no haya voces críticas. Los fotógrafos profesionales, que fueron de los primeros en alabar sus virtudes, debaten si existen a día de hoy mejores opciones para exponer su trabajo. La duda ha llegado incluso a la figura del instagrammer, que ha crecido mediática y comercialmente de su mano. ¿Cuáles son las razones de este enfado generalizado?
Si hay una virtud inherente a la plataforma, esta ha sido saber adaptarse con rapidez a las nuevas tendencias. Cuando fue creada en 2010 por Kevin Systrom y Mike Krieger, dos programadores con afinidad por la fotografía, se trataba de una app específica para iOS que permitía compartir imágenes en formato cuadrado. A modo de Polaroids y que se podían retocar con filtros de estilo vintage.
Con el paso de los años, su viraje hacia el vídeo ha sido lento, pero inexorable. En 2016 se lanzaron las stories. Una petición expresa de su propietario desde 2012, Mark Zuckerberg, para hacer la competencia a la pujante Snapchat. Luego vinieron las transmisiones en directo de Instagram TV (IGTV) y los famosos reels, cuyo formato y capacidades de edición recordaban bastante a TikTok.
La gota que ha colmado el vaso para muchos ha sido un cambio del algoritmo que promociona más el vídeo de corta duración y provoca la aparición continua en nuestro feed de contenido de usuarios a quienes no seguimos. Con la idea de protestar ante este viraje, a la creadora @illumitati se le ocurrió la campaña ‘Make Instagram Instagram again’, parodiando el conocido lema de Donald Trump.
Su intención es que Instagram pare “de intentar ser TikTok” y, de nuevo, le deje ver solo “fotos ‘cuquis’ de sus amigos”. La campaña ha sido todo un éxito, alcanzando su publicación más de dos millones de likes y hasta 43 000 comentarios. Figuras de relevancia global como Kim Kardashian y Kylie Jenner también la han compartido, lo que ha impulsado a la petición en Change.org a superar de largo los trescientos mil firmantes.
Ha sido tal el revuelo que el CEO de la compañía, Adam Mosseri, ha tenido que intervenir. Lo ha hecho, además, en su propio perfil, con un post donde aseguraba escuchar todas las opiniones y trataba de explicar el por qué de estos cambios. Una de las declaraciones más importantes es que para él, si el contenido que aparece “no es interesante”, es que “el algoritmo no lo está haciendo bien”.
Justifica la promoción de perfiles de usuarios que no están en nuestra red por su intención de “ayudar a crecer a los pequeños creadores”. Y aunque, de momento, los cambios, que estaban en fase de pruebas para ciertos perfiles, se han paralizado, deja también una advertencia: según Mosseri, el vídeo es el futuro. Eso sí, promete no olvidar la fotografía y hacer lo necesario para que “la experiencia de Instagram a pantalla completa” sea lo más satisfactoria posible.
Por Pablo Vinuesa.
Imágenes: fotografía de portada por Callie Morgan en Unsplash; interiores, pantallazos de YouTube e Instagram.