Todos los días, muchas personas se preguntan si merece la pena un smartphone caro. La respuesta depende del momento y las necesidades, posibilidades y preferencias del usuario. En todo caso, hay ciertas diferencias con los dispositivos baratos que conviene tener en cuenta.
Las cámaras
Es frecuente que un móvil más asequible incorpore varias cámaras. Quizás no tantas como uno caro, pero puede que contengan una para los pequeños detalles de objetos cercanos y otra para amplios paisajes.
Los móviles de alta gama están librando, por tanto, la batalla en otros terrenos. Por ejemplo, incorporan sensores y elementos de hardware más ambiciosos y proveen herramientas de software con muchas posibilidades de edición.
En general, las fotos de los móviles baratos tienden a ser cada vez más correctas. Lo que se paga es por efectos o resultados concretos en situaciones de oscuridad, un mejor zoom, grabación de vídeos de mayor calidad, etcétera. Dan ese toque diferente a la imagen, que puede resultar más o menos acertado en función de la sensibilidad y conocimientos de quien la toma.
Pantallas y formatos de imagen
En un móvil barato se busca una pantalla que cubra unos mínimos. Están diseñadas para que soporten los formatos de vídeo con el estándar del momento y cumplan los requerimientos de consumo.
La pantalla de un móvil caro es una de sus señas de identidad. Cada una tiene un conjunto de características que impactan en su rendimiento y apariencia exterior. Intentan mantener un equilibrio entre la calidad visual (brillo, frecuencia de refresco, formatos soportados, etcétera) y el ahorro energético. Además, suelen más grandes y pueden tener formas especiales que, no obstante, no las hacen irrompibles.
Conectividad
Este apartado es prioritario para las marcas y los usuarios. Lo que sucede es que detrás de cualquier tecnología de conectividad (como wifi, bluetooth, NFC, 5G, USB, etcétera) hay protocolos que implican la colaboración de muchas empresas. No es raro que vayan surgiendo nuevas generaciones en torno a una misma idea que se refina. Ahora lo vemos con la progresiva sustitución de 4G por 5G.
Estas tecnologías se convierten en imprescindibles en móviles de gama alta. En cierto modo, se paga por estar al día en conectividad. Sin embargo, acaban llegando también a las gamas media y baja.
Procesador
Influye más en los de gama baja. En general, los caros suelen incorporar uno muy rápido y con una gran memoria. Con ello, son capaces de soportar las aplicaciones de moda con mucha fluidez.
El problema puede surgir, en algunos casos, en móviles baratos. Quizá las prestaciones de su procesador impidan las actualizaciones en un tiempo no demasiado largo. Sin embargo, eso no suele ser un gran problema si no vamos a tardar mucho en renovar nuestro smartphone.
Batería
Los móviles de gama alta tienden a incorporar baterías de con más prestaciones. Eso tendría que llevarlos a una mayor autonomía. Además, suelen estar diseñados para ser más eficientes. Es decir, para el mismo uso suelen consumir menos batería.
Sin embargo, la realidad suele ser que un smartphone caro hace un empleo más intensivo de la batería. Tienen pantallas más brillantes, sus usuarios utilizan más apps, el propio sistema necesita un mayor empleo de recursos…
Sensores
La tendencia es la de que los móviles, incluso los más baratos, cuenten con más sensores. Por ello, la batalla suele librarse en la precisión. En cualquier caso, los dispositivos caros tienden a incluir nuevos sensores, en especial para poder reforzar la seguridad y usabilidad, pero también para soportar más aplicaciones.
Capacidad de almacenamiento
Los móviles caros pueden ofrecer más capacidad tanto interna como en la nube. También es habitual que intenten proveer soluciones de almacenamiento más inteligentes. De lo que se trata es de aprovechar las tecnologías de conectividad para que los archivos estén disponibles con la mayor comodidad en diferentes contextos.
En líneas generales, podemos decir que un móvil de altas prestaciones se manifiesta como tal, sobre todo, en épocas de gran avance tecnológico. Cuando una generación de innovaciones aporta solo un poco más que la anterior, las diferencias entre los smartphones baratos y los caros se estrechan. En los momentos en los que se introducen cambios más relevantes, más usuarios se decantan por gamas medias y altas.
Por Gonzalo García Abad
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