Llegan fechas de elevado consumo y queremos realizar adquisiciones útiles, a buen precio y con una experiencia cómoda y segura. Merece la pena seguir algunos consejos para comprar en Black Friday y, después, en Cyber Monday.
El Black Friday es una temporada de rebajas. Como tal, los comercios que se adhieran a ella deben ofrecer precios inferiores a los fijados antes que empezase esta campaña. Sin embargo, muchos precios fluctúan a lo largo del año. Quizá el del producto que buscamos haya bajado y luego haya tenido una subida y una nueva reducción. Entonces es posible que haya una época en la que lo hubiésemos comprado más barato.
Por eso, cuando tenemos claras las posibles opciones de compra, conviene hacer un seguimiento de precios. Si no lo hemos hecho y ya ha llegado el Black Friday, podemos consultar alguna web de verificación de ofertas. En algunos casos, podemos decidirnos a posponer la compra si observamos que en otros momentos puede estar más barato y no lo necesitamos con urgencia.
No está mal tener algunas ideas previas, orientaciones de lo que queremos comprar. Por otro lado, conviene evitar lanzarnos a adquirir productos simplemente porque nos llaman la atención. Además, muchas campañas nos apremian a tomar una decisión, con ofertas flash, por ejemplo. Es recomendable pensar un poco si lo necesitamos, por lo menos lo suficiente para seguir los otros consejos para el Black Friday.
Sin embargo, también hay que ser ponderados. Dar demasiadas vueltas puede hacer perder la concentración y nos hará tomar decisiones equivocadas. Por eso, conviene priorizar y analizar qué es lo que necesitamos y qué debemos estudiar antes de comprar.
La información de una visita al comercio físico puede mejorar nuestra compra electrónica. De hecho, cada día son más los establecimientos que incorporan herramientas digitales a sus tiendas o salas de exposiciones para complementar ambas visiones en una experiencia más completa que permita realizar una compra más informada, ya sea online o física.
También podemos hacer el camino al revés. Internet ofrece mucha información que puede ayudarnos a comparar y decidir. Luego, podemos acudir a la tienda física por motivos como la comodidad, el servicio posventa y la confianza en que nuestro proveedor habitual nos confirmará si la elección es acertada.
Las webs especializadas en la temática de lo que queremos comprar pueden aportar puntos de vista valiosos. Estamos hablando de personas que están siguiendo siempre productos de muchas marcas. Incluso es posible que los hayan probado antes de que estuvieran a la venta y que hayan seguido su proceso de diseño, prototipos, etcétera.
Gracias a ellos, podremos saber qué hace especial a la versión que estamos buscando frente a otra similar del mismo producto. Quizá, después de atender su opinión, sepamos cuál es la que mejor nos encaja.
Por un lado, las valoraciones suelen ser un indicador de calidad de la experiencia de consumo. No obstante, no olvidemos que lo que para unos puede ser satisfactorio para otros puede ser frustrante y viceversa, y que tienden a compartir sus opiniones los consumidores más contentos o descontentos de lo normal.
Además, los comentarios ayudan a resolver pequeñas dudas sobre lo que incluye cada producto, cómo se mantiene, cómo se usa, etcétera. Podemos encontrar respuestas a dudas que ni siquiera nos habíamos planteado.
El consumo responsable debe orientar nuestras decisiones todo el año, pero mucho más en fechas como el Black Friday o el Cyber Monday en las cuales hay oportunidades interesantes de compra, pero también riesgos de que acabemos adquiriendo aquello que no necesitamos o no se adapta a nuestras expectativas.
Por Gonzalo García Abad.