Si en el mundo offline estamos dispuestos a armarnos de paciencia para según qué cosas, del online esperamos que nos responda siempre con la misma rapidez a la que nos tiene acostumbrados. Por eso, es fácil desesperarse cuando comprobamos que nuestra conexión a internet va lenta y las páginas tardan en cargarse, la serie que estamos viendo por streaming sufre parones o nuestro juego online favorito se ralentiza.
Las razones pueden ser varias, pero podemos hacernos una idea de lo que pasa realizando un test de velocidad que someta a examen a nuestra conexión a internet y a lo que hemos contratado con nuestro operador.
Cómo funciona un test de velocidad
En esencia, lo que hace esta herramienta es utilizar el navegador para llevar una gran cantidad de datos desde el ordenador u otro dispositivo a un servidor externo. Durante esta operación, medirá el tiempo que tarda en recibirlos. Es decir, los megabits que la conexión a internet sube en un segundo. Después, calculará el tiempo que necesita el archivo en ser descargado desde el servidor externo hasta el dispositivo en cuestión y que también se mide en megabits por segundo (mbps). Según el tamaño del paquete, y en función de lo que tarde la subida y bajada del archivo, se determinará la velocidad de conexión.
Si bien esta es la parte más básica de un test de velocidad, para el resultado también se tienen en cuenta otras cuestiones, como cuál es el proveedor del servicio de internet, desde qué servidor se realiza la prueba y la latencia o ping. Esta última es el tiempo que tarda en comunicarse nuestro dispositivo con el servidor remoto y se mide en milisegundos. Cuanto menor sea, mejor, especialmente si usamos internet para ver vídeos en streaming, hacer videollamadas o jugar online.
Con el test de velocidad lo que medimos es si la velocidad real de nuestra conexión se acerca a la velocidad teórica de la misma. Por lo general, los proveedores venden los paquetes de conexión con velocidades teóricas, las cuales, generalmente, son un poco más altas que la velocidad real, lo que se debe a distintos factores. De este modo, cuanto más se acerque la velocidad de subida y descarga a la velocidad teórica, mejor.
Precauciones para evitar mediciones erróneas
Eso sí, a la hora de medir la velocidad de conexión a internet hay que tomar una serie de precauciones para evitar mediciones erróneas. Hay que desconectar todos los dispositivos de internet, salvo aquel en el que se vaya a hacer la prueba. Si no es posible, hay que asegurarse de que no existe ninguna descarga en segundo plano, ni ninguna aplicación de streaming de audio o vídeo.
Además, si la medición se realiza en un ordenador, hay que cerrar todas las pestañas abiertas del navegador excepto la del test. En el móvil esto no suele ser un problema, pues generalmente solo se ejecuta una tarea a la vez.
Es importante tener conectado el ordenador directamente a la red por medio de un cable Ethernet. ¿El motivo? Si lo hacemos a través de nuestra conexión wifi, es probable que factores como la distancia, diversos obstáculos (paredes, por ejemplo) y la propia saturación de la línea distorsionen la medición. De no ser posible, lo mejor será realizar la prueba vía wifi parados junto al router con el dispositivo en la mano.
Por último, no hay que conformarse con una primera y única medición. Lo ideal es repetir el test unas cuantas veces más, a ser posible eligiendo distintos servidores e incluso en diferentes franjas horarias para comprobar la posible saturación puntual de la red. De este modo, el dato de la velocidad de conexión será más ajustado.
Cómo usar el test de velocidad de Jazztel
Para comprobar dicha velocidad existen distintos tests que suelen ser sencillos y nos darán resultados en solo unos segundos. Jazztel ofrece el suyo propio, para que tanto sus clientes como otros usuarios puedan comprobar su conexión. Para acceder al mismo solo tienes que hacer clic aquí y, después, en el medidor rosa.
Se abrirá una pestaña nueva en la que aparecerá el botón de ‘Comenzar’. Cuando cliquemos en él, se medirá la velocidad de nuestra conexión de forma automática, sin que tengamos que hacer nada más. Tardará unos segundos en mostrar los resultados, que serán los siguientes:
- Ping: como ya hemos explicado, el tiempo en milisegundos que tarda en comunicarse nuestro dispositivo con el servidor.
- Fluctuación: variación en el tiempo que se tarda en transferir paquetes de datos. Cuanto más alta, más diferencia de tiempo. También se mide en milisegundos.
- Descargar: velocidad de descarga de los paquetes de datos. Se mide en megabits por segundo o Mbps.
- Subir: velocidad de subida de los paquetes de datos. De igual forma, se mide en Mbps.
Si necesitamos ver los datos más precisos, en la parte de abajo de la página aparece una tabla con la velocidad de descarga y de subida en kilobits por segundo. Por otro lado, si deseamos repetir el test, podemos realizarlo pulsando en el botón ‘De nuevo’, y también nos permite cambiar el servidor con el que queremos conectar para la prueba.
Por Patricia M. Liceras
Imagen | Speedtest.net
