En la era de la mensajería instantánea enviar símbolos para expresar cualquier tipo de emoción se ha vuelto algo cotidiano.
Gracias a los emojis tenemos la posibilidad de contextualizar bastante mejor los mensajes. Por ejemplo, si estás siendo sarcástico, un emoticono te puede ayudar a trasladar esa emoción a un texto. Pero, ¿utilizamos estos grafismos correctamente?
Cuando salieron a la luz aplicaciones como Whatsapp, Facebook Messenger o Telegram se abrió un debate entre la interpretación que damos a ciertos iconos y el significado que quisieron transmitir en realidad sus creadores.
Si hay algo claro es que el origen de estos símbolos hace que no sean tan universales como pueda parecer. La cuestión ha trascendido a tal nivel que se ha creado una ‘Emojipedia’, en la que se da significado a cada ‘carita’ feliz, triste y viceversa.
¿Una reverencia u hora de estudiar?
Muchos lo utilizan de forma errónea. La intención original era transmitir una costumbre japonesa, la reverencia. Si observamos bien, la posición inicial de la persona es una inclinación de rodillas y con las manos delante de la cabeza. Por otro lado, los trazos en la parte superior podrían indicar la presencia de sonido u oración. A pesar de ello, muchos lo utilizan para expresar la acción de estudiar.
¿Una negación o una pelea?
“¡Ni hablar!” o, dicho en japonés, dame desu. Los habitantes de Japón, cuando quieren decir que cruzan los brazos exactamente como el icono. Por el contrario, en los países occidentales es habitual encontrar este símbolo como gesto de lucha.
¿Sorpresa o secretismo?
Traducido del japonés Iwazaru, este el nombre que recibe el tercero de los famosos monos presentes en cualquier teclado de emojis. Usualmente se envía para transmitir sorpresa o incluso coqueteo, pero tradicionalmente se creó para indicar discreción o secretismo.
¿Sonrisa forzada o desafío?
Este icono es uno de los más complicados de interpretar. Mientras que en Occidente se envía cuando queremos esbozar una sonrisa forzada o de disculpa, para otros es más bien una expresión desafiante. En cualquiera de los casos, se trata de una mueca que crea cierta confusión a la hora de utilizarla.
¿Flamenco o salsa?
Uno de los emojis más utilizados en el sur de Europa, concretamente en España. El vestido rojo y la pose en movimiento nos hacen pensar que es una bailaora de flamenco. Por el contrario, sus creadores quisieron enfocarlo a una bailarina de salsa de género latino o caribeño. En lo que sí coincidimos todas las culturas es en su connotación de fiesta o diversión.
¿Sueño o decepción?
Dependiendo del país, resultará extraño que este icono signifique prácticamente lo mismo que el tradicional dibujo rodeado de zetas. No obstante, aunque la interpretación tradicional en el manga japonés sea para expresar sueño, su uso habitual se limita a transmitir emociones de saturación, decepción o frustración.
¿Aplauso, agradecimiento… O algo más?
Continuamos con el contraste entre la cultura oriental y occidental, pero esta vez nos trasladamos a China. Según hemos podido ver en redes sociales, el que para nosotros es el emoji del aplauso, para los autóctonos del gigante asiático se utiliza para insinuar a otra persona un encuentro sexual. Por otro lado, en la cultura japonesa se interpreta como una forma de decir por favor o gracias.
¿Un baile clásico o un ‘todo bien, todo correcto’?
Si ojeamos este emoji, la primera impresión que nos da es de estar bailando ballet, por ejemplo. Sin embargo, en los países orientales esta expresión corporal se utiliza para confirmar que todo va bien.
¿Un bebé angelical o una maldición?
Uno de los emojis más controvertidos es el que representa a un ángel bebé. En algunas culturas, enviar un icono tan inocente como un ángel puede simbolizar la muerte o algo relacionado con ella, por lo que puede interpretarse como una amenaza. Ahora que conocemos estos significados, ¡tendremos que ser más cautos a partir de ahora!
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