Buscar por internet se ha convertido en algo cotidiano. Lo hacemos para labores domésticas, como forma de entretenimiento, para ayudar a familiares y amigos y en el trabajo y los estudios. No es raro, por tanto, que lo realicemos de manera casi automática, sin tomar demasiada conciencia de las posibilidades y límites de esta forma de acceso a la información.
Buscar por internet información accesible
Internet se ha convertido en el ‘hogar’ de los conocimientos básicos. En la web, nos enteramos de las noticias más virales, las ofertas de productos más populares, el conocimiento académico más elemental…
Además, gracias a la conectividad, podemos acceder a esa información, que suele estar almacenada en servidores en la nube, desde cualquier punto del planeta con conexión. Con unos pocos clics, con un asistente de voz u otro método sencillo podemos tener ante nosotros aquello que queríamos conocer.
Sin embargo, eso no significa que esa accesibilidad sea total. Cada ser humano tiene unos conocimientos y capacidades diferentes y eso condiciona el aprovechamiento de la información.
Por ello, la inclusividad se ha convertido en uno de los grandes objetivos para el desarrollo de internet. En principio, lo ideal serían formatos aprovechables para todos los públicos. No obstante, como eso es muy complicado, en el futuro, quizá lleguen herramientas aprendientes que devuelvan a cada búsqueda un resultado que se adaptase ‘como un guante’ a las características personales.
Mientras tanto, lo habitual es que, con pequeñas opciones de personalización, una misma consulta en motores de búsqueda ofrezca resultados semejantes para individuos muy diferentes. Eso hace que muchos encuentren algo parecido a lo que necesitan, pero que también haya quienes reciban resultados muy complejos, incompletos o imprecisos.
Además, incluso para una misma persona, la utilidad de una información obtenida en un formato determinado varía mucho en función del contexto. Así, si buscamos una dirección a la que nos queremos dirigir, nos vendrá muy bien que nos la muestren en un mapa. Sin embargo, si deseamos incorporarla a un documento, preferiremos un texto que podamos copiar y pegar.
La búsqueda de información especializada
Aunque internet es un gran contenedor de información, hay mucho conocimiento ausente de la red. No todas las monografías y escritos especializados están digitalizados. Tampoco lo están todos las publicaciones periódicas de noticias y académicas, por ejemplo. Lo mismo pasa con archivos audiovisuales, de registros de texto y los datos recogidos por sensores.
En algunos casos, la información existe en la web, pero tiene el acceso restringido a suscriptores o expertos. En ese sentido, la formación, la experiencia y las habilidades intelectuales de las personas pueden abrir una brecha digital. Parte del contenido web se hace invisible para el gran público si no cuentan con la ayuda de especialistas.
En buena medida, este tipo de información es la de mayor valor en internet. Sin embargo, puede ser un arma de doble filo. Suele ser más compleja y, por tanto, es más fácil que sea malinterpretada.
Las alternativas a la búsqueda por internet
La búsqueda en libros, registros y otros formatos sin conexión es un buen complemento. Por un lado, nos permite llegar a algunos contenidos que no están presentes en internet. Además, sirve para entrenar habilidades de indagación, ya que hay que realizar un examen más detenido para llegar al punto deseado.
La asistencia a clases, cursos y conferencias nos permite hacer un recorrido tutelado de aprendizaje. La búsqueda en internet es mucho más independiente, pero necesita de unos ‘ladrillos’ con los que construir el ‘edificio’ del conocimiento.
La consulta a personas cercanas es una buena forma de compartir visiones. Es bastante importante, ya que a otros se les puede ocurrir algo que a nosotros ni siquiera se nos hubiese pasado por la cabeza. A veces, puede resultar muy útil cambiar la orientación de la búsqueda por internet.
El asesoramiento profesional suele ser la vía más cara para informarse. A cambio, buscamos fiabilidad y flexibilidad. Podemos preguntar todo lo que necesitemos y resolver las dudas de la manera más interactiva.
La búsqueda por internet ha revolucionado el acceso a muchos tipos de información. Sin embargo, debemos formarnos y reflexionar sobre otras vías que pueden suplir o complementar al conocimiento adquirido en las redes.
Por Gonzalo García Abad.
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