Aunque muchos utilizan a diario una proxy cuando trabajan en una red corporativa o se conectan a una red pública, puede que no sepan qué es exactamente.
Un servidor proxy es un equipo que sirve de puente entre un ordenador que envía una solicitud y el que la recoge. Este intermediario filtra todos los paquetes y supervisa sus conexiones. Es decir, cuando el ordenador de origen quiere visitar una web, solicita permiso a la proxy que traslada esa petición al ordenador receptor.
De esta forma, la página de destino nunca sabrá quién le está visitando, pues no podrá identificar la IP del primer ordenador, sino que solo conocerá la de la proxy que hace de nexo.
Para usar una proxy, deben configurarse las conexiones a internet del sistema operativo indicando la dirección de este y el puerto que utiliza. Así como las excepciones, las páginas que no se visitarán a través del servidor proxy.
Para quienes quieran navegar de forma anónima y/o más segura, tienen muchas proxies en internet que son totalmente gratuitos. Es importante elegir una opción confiable, pues estos servidores tendrán acceso a los datos del usuario. Estas son algunas de las más conocidas:
Al usar Hide Me, hay que completar la casilla ‘Location Proxy’ para indicar desde qué país se supone que se hace la conexión. Después, se escribe la dirección web del site que se va a visitar.
En ‘Más opciones’ se configura la privacidad, como deshabilitar scripts y cookies que impidan un posterior rastreo y hagan la navegación más rápida.
Se puede usar a través de la web aunque también tiene extensiones para descargar en el ordenador.
Desde esta web, es posible acceder de forma directa a páginas como Facebook, Twitter y YouTube.
Cuenta con cifrado SSL (Secure Socket Layer), un protocolo de seguridad que utiliza los llamados filtros de derivación. No importa si la web que se visita no es segura, pues no es el usuario el que se conecta realmente. Esa tarea la realiza ProxySite, que ‘devuelve’ al internauta la información a través del filtro de encriptación.
Es una web de uso sencillo e intuitivo, para que puedan usarla los menos experimentados. Primero, se introduce la página que se quiere visitar; después, se pulsa ‘Go’ y listo.
La única desventaja de VPNBook es que bloquea de forma automática muchos de los scripts, sin que se puedan volver a habilitar. Por ello, es posible que la web no funcione correctamente.
Por Noelia Martínez
Imágenes | Kevin Morison, Kevin Morison en Pixabay