Piensa en cómo era tu hogar hace diez años y compáralo con la actualidad. Más smartphones, auriculares bluetooth 5.0, una cafetera con wifi y una lavadora gestionada por app, un altavoz inteligente, la televisión conectada a servicios de streaming, las consolas actualizándose de forma automatizada y alguien haciendo videochat desde la tablet o leyendo ebooks online. Un montón de conexiones compartiendo la misma red.
Esta situación termina desencadenando una conexión lenta y con cortes que no termina de llegar a los rincones de la casa. Y los repetidores no son una solución: el problema sigue persistiendo porque la red no se amplifica, sino que se estira. Las redes Wifi Mesh nacieron como solución profesional a este problema. Una manera de mejorar tu conexión sin cables y lograr un verdadero hogar conectado.
Red WiFi “mallada”
En pleno 2020 vivimos en la realidad de las smart homes. El internet de las cosas ha ido calando poco a poco entre las smart lights, la videovigilancia, la domótica, los asistentes virtuales… Las redes Wifi Mesh o “malladas” son redes que utilizan un router pero no un único punto de acceso, sino varios.
Estos se denominan nodos o satélites. A priori se parece al sistema de repetidores convencional, e incluso comparte una ventaja con estos, su sencilla instalación, pero guarda una diferencia clave: los puntos de acceso no están interconectados entre ellos, sino directamente al router, lo que mejora la zona de cobertura.
Es decir, se trata de una única red con un mismo SSID y una misma contraseña. Además, cuenta con el estándar Easy Mesh, que simplifica la instalación y mejora la coordinación de canales con Dynamic Frequency Selection (DFS), lo que redunda en menos “ruido”.
Lo que se denomina “zonas oscuras” o zonas sin caudal wifi no dejarán de existir, pero sí se obtiene una red más robusta, compuesta por estación base y sus satélites. Otra ventaja extra es que el sistema calcula cuál es el mejor nodo al que conectarse, de manera que obtenemos la mejor conexión en todo momento.
En la práctica, el router no es solo un cacharro escondido y lleno de polvo tras el televisor o sobre un montón de libros, es también un dispositivo con software de gestión inteligente del tráfico. Si un nodo deja de operar, el sistema nos ofrece un informe de situación.
Más seguridad en casa
Por otro lado, las redes malladas cuentan con una protección extra. Algunos de estos dispositivos incorporan un antivirus auto actualizable que restringe el acceso a la red a ciertos dispositivos o expulsa aquellos que no reconoce. Esta capa de protección optimiza y prioriza la cobertura sobre aquellos dispositivos que más la demandan, y puede extenderse añadiendo más routers del mismo operador para crear una red más amplia.
Un piso de 50 m2 tal vez no sufra problemas de cobertura, pero un hogar con dos plantas sí, y cuanto más anchos son los tabiques o más alta es la vivienda, peor conexión recibe. El resultado es que muchas familias se ven sin wifi al bajar al garaje, salir al jardín, subir a la terraza o visitar el cuarto de la lavadora.
Cuando nos sucede una situación así, solemos caer en una conclusión apresurada: “Tal vez tenga menos velocidad contratada de la que debería”. Una sentencia errónea, ya que algunos hogares con fibra de 300 MB y 600 MB cuentan, en realidad, con una conexión infrautilizada.
Una red con Wifi Mesh aprovecha de manera eficiente no solo el mejor nodo, también el mejor canal. Es decir, incorpora su propio WiFi Analyzer con el que salta de la banda de los 2.4 GHz a los 5 GHz y del canal 2 al 12, sin necesidad de configurar nada de forma manual.
Más ventajas que inconvenientes
Las ventajas ganan por goleada: control parental gestionado desde app, más puertos, cobertura más estable y antivirus de serie o incluso VPN incorporada, entre otras. Además, en la actualidad existen decenas de opciones de primeras marcas, (TP-Link, Netgear, Asus, Eero y soluciones industriales como Unifi o Google).
Pero tengamos en cuenta que un sistema Wifi Mesh no soluciona problemas de cobertura por infraestructura. Si alguna zona de nuestro hogar nunca ha tenido buena cobertura, seguirá recibiendo una calidad de conexión limitada, ya que tal vez se deba a un bloqueo por cañerías, paneles metálicos, cámaras de aire o vigas. Las ondas electromagnéticas, por su propia idiosincrasia, chocan en ciertos escenarios.
Y si bien la mayoría de routers equipados con Wifi mesh son muy intuitivos y están más blindados que los convencionales, también hay que considerar el sobrecoste y la instalación. Los combinados de router más repetidores suponen un gasto extra respecto a las redes wifi tradicionales.
A cambio obtenemos un sistema en plena vanguardia que no deja de actualizarse y que es compatible con casi cualquier ecosistema Google (Chromecast), Apple (HomeKit), Samsung (SmartThings Hub), o Amazon (Echo/Alexa family). Dicho de otra forma: si buscamos un hogar conectado, el salto a una red Wifi Mesh es una forzosa necesidad.
Imágenes | Unsplash (1, 2), Asus, portada de Link Systems (1)
Por Israel Fernández
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